Un gato fue detenido este viernes cuando intentaba ingresar a una cárcel panameña con droga envuelta en su cuerpo, informaron las autoridades del país centroamericano.
El felino fue sorprendido por custodios y unidades policiales en las afueras de la cárcel Nueva Esperanza, en la provincia caribeña de Colón, unos 80 kilómetros al norte de Ciudad de Panamá.
Según las investigaciones, el gato fue interceptado cuando se dirigía a la cerca perimetral del centro penitenciario, que alberga a más de 1.700 presos.
“El animal tenía una tela amarrada al cuello que mantenía dos envoltorios” con “materia vegetal, cuatro envoltorios forrados de plástico transparente de polvo blanco y otro con hojas”, explicó Andrés Gutiérrez, director general del Sistema Penitenciario panameño.
El fiscal de drogas de Colón y Guna Yala, Eduardo Rodríguez, manifestó al canal Telemetro, que el gato transportaba, posiblemente, cocaína, crack y marihuana.
Las autoridades sospechan que, para transportar droga, los animales son engañados con comida desde las cárceles para hacerlos regresar con las sustancias ilícitas.
La mercancía es colocada en sus cuerpos en el exterior de la cárcel o dentro de los mismos pabellones de los complejos carcelarios, advierten los expertos.
Tras la captura del gato, la Fiscalía de Drogas de Colón y Guna Yala anunció en su cuenta de Twitter haber iniciado “investigaciones por la utilización de animales para el traspaso de sustancias ilícitas al Centro Penitenciario Nueva Esperanza”.
En el mensaje la fiscalía añade dos fotos, en una de las cuales se ven varios envoltorios con presunto polvo blanco en su interior, mientras que en la otra aparece un gato, también blanco, con un trozo de tela amarrado a su cuerpo.
El ministerio de Gobierno informó que una vez tomadas las evidencias, el gato fue entregado a una fundación defensora de los animales.
En Panamá hay más de 18.000 presos repartidos en 23 centros penitenciarios, en su mayoría sobrepoblados.
En ocasiones anteriores las autoridades panameñas descubrieron el intento de los narcotraficantes de ingresar droga a las cárceles a través de comida, ropa, palomas o mediante la utilización de drones.
En las últimas horas, la policía panameña incautó 2,5 toneladas de cocaína en la comarca indígena de Guna Yala, en el caribe panameño.
En 2020, Panamá incautó 84 toneladas de droga, principalmente cocaína, mientras que en 2019 decomisó su cifra récord de 90 toneladas.