Los enfrentamientos de los últimos días en Jerusalén comenzaron después que la policía impidiera que la población se sentara en los escalones que rodean la Puerta de Damasco, donde suelen reunirse los palestinos durante el período del Ramadán.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llamó este sábado a la calma en Jerusalén tras los choques más importantes en años entre judíos de ultraderecha, palestinos y fuerzas de seguridad, e instó a prepararse “para todos los escenarios” en Gaza.
La jornada del sábado discurrió con tranquilidad después de los disturbios en la noche del viernes marcados por los enfrentamientos en la Ciudad Santa, manifestaciones en Cisjordania ocupada y disparos de cohetes desde la Franja de Gaza, a los que respondió Israel.
Para evitar nuevos altercados en Jerusalén Este, sector palestino ocupado y anexionado por Israel, cientos de agentes se desplegaron a principios de la noche alrededor de la Ciudad Vieja, según la policía.
“Por encima de todo, queremos mantener la ley y el orden público (…) Ahora exigimos que se respete la ley y llamo a todas las partes a la calma”, declaró Netanyahu en un comunicado, tras una reunión de emergencia con responsables israelíes de seguridad.
“Queremos mantener la libertad de culto como cada año para todos los habitantes y todos los turistas de Jerusalén”, aseguró en referencia a la oración en la Explanada de las Mezquitas, lugar santo del Islam, en pleno mes de Ramadán.
Los enfrentamientos estallaron en la noche del viernes en las inmediaciones de la Ciudad Vieja de Jerusalén, un día después de una noche de incidentes entre judíos de extrema derecha que se manifestaron al grito de “Muerte a los árabes”, palestinos y las fuerzas se seguridad. El saldo: más de 120 heridos.
La policía y jóvenes palestinos se enfrentaron tras la última oración del viernes que congregó a decenas de miles de fieles en la Explanada de las Mezquitas. Los agentes efectuaron varias detenciones.
Otros incidentes se registraron en diferentes barrios palestinos de Jerusalén Este, en el paso fronterizo de Qalandiya, que une Israel y Cisjordania, y en Belén, en Cisjordania ocupada.
– “Todos los escenarios” –
Más tarde en la noche se lanzaron al menos 36 cohetes desde la Franja de Gaza –enclave palestino separado geográficamente de la Cisjordania ocupada y de Jerusalén– hacia Israel, según el ejército israelí. El escudo antimisiles Cúpula de Hierro interceptó seis y otros cayeron en terrenos baldíos.
En represalia, tanques, aviones de combate y helicópteros israelíes atacaron, según el ejército, posiciones de Hamás, el movimiento armado islamista que controla la Franja de Gaza desde 2007 y que en los últimos años aceptó una tregua después de tres guerras contra Israel (2008, 2012 y 2014).
“Sobre la Franja de Gaza, di la orden de prepararse para todos los escenarios”, afirmó este sábado el primer ministro.
El ministro israelí de Defensa, Benny Gantz, también declaró que el ejército “estaba preparado para una eventual escalada”. “Si la calma no se mantiene en el sur, Gaza se verá duramente golpeada (…) y los responsables serán los dirigentes de Hamás”, apuntó en un comunicado.
Ante el aumento de la tensión con el enclave palestino, el jefe del Estado Mayor israelí Aviv Kochavi decidió aplazar una visita prevista a Estados Unidos.
Tras los enfrentamientos del jueves, los más violentos de los últimos años en la Ciudad Santa, el brazo militar de Hamás dio su apoyo a los palestinos de Jerusalén Este, advirtiendo a Israel: “La chispa que enciendes hoy será la mecha de la próxima explosión frente al enemigo”.
Los enfrentamientos de los últimos días en Jerusalén comenzaron después que la policía impidiera que la población se sentara en los escalones que rodean la Puerta de Damasco, donde suelen reunirse los palestinos durante el período del Ramadán.
– “Línea roja” –
Y como los judíos de extrema derecha planeaban manifestarse cerca de esta gran puerta que da a la Ciudad Vieja, muchos palestinos lo consideraron una provocación y un intento de tomar el control de este lugar simbólico.
El enviado especial de la ONU para Oriente Medio, Tor Wennesland, llamó este sábado “a todas las partes a ejercer la máxima moderación y evitar una nueva escalada”.
“Deben cesar los actos de provocación en Jerusalén. El lanzamiento indiscriminado de cohetes contra zonas pobladas viola el derecho internacional y debe cesar de inmediato”, dijo en un comunicado.
Estados Unidos dijo estar “profundamente preocupado”. Y Jordania, que administra los lugares santos musulmanes de la Ciudad Vieja, condenó el sábado los “ataques racistas” israelíes y advirtió que Jerusalén era “una línea roja”.
Irán, país enemigo de Israel, condenó “las agresiones del régimen sionista y de los colonos”.