“En el Canal de Panamá estamos comprometidos con la sostenibilidad, y por lo tanto, estamos sentando las bases, creando las herramientas e identificando los cambios necesarios para generar eficiencias que nos permitirán, como organización, alcanzar la neutralidad de carbono”, afirmó el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez.
El Canal de Panamá anunció que inició el proceso de descarbonización de sus operaciones, con el objetivo de convertirse en carbono neutral para el año 2030.
“Lo que sí puedo avisar en este momento es que antes del final de esta década, el Canal de Panamá será carbono neutral, nosotros vamos a eliminar las emisiones de carbono y esa es una tarea estratégica en la que el Canal está comprometido”, informó el administrador de la vía interoceánica panameña, Ricaurte Vásquez.
Afirmó que se está tratando de definir cómo se traduce eso a la operación diaria del Canal de Panamá, pero dijo que en algunos ejemplos que puede brindar es la sustitución de algunos proceso de generación eléctrica en favor de planta fotovoltaica.
“Seguimos haciendo énfasis en el uso de energía hidráulica y tratar de convertir el Canal en una entidad mucho más verde que nos va a llevar a automóviles eléctricos, nos va a llevar a un diseño de instalaciones que sean ambientalmente robustas y eso nos abre una oportunidad aún mayor”, acotó.
Puntualizó que “el hecho que Panamá sea la ruta verde como hemos indicado en el pasado porque le ahorramos este volumen de emisiones de carbono a la humanidad, lo hacemos a expensas de qué esa emisión de carbono pase por el Canal y así estamos definiendo un nuevo concepto desde el punto de vista de tránsito por el Canal de Panamá”.
De acuerdo con Vásquez, históricamente la definición del buque que tránsito por el Canal está dictado por la eslora, la manga y el calado, ahora se va a agregar dos elementos adicionales: la tecnología que lo haga más fácil de transitar para que el ejercicio sea mucho más productivo y eficiente con las instalaciones que se dispone y segundo que la huella de carbono de quién transita por la vía interoceánica sea la mínima, por lo tanto el buque que genera una huella de carbono muy alta tendrá que pagar un precio mayor.
“Este fenómeno del cambio climático aprovechado de esa manera le brinda al Canal de Panamá una oportunidad de precios totalmente diferente a la histórica, y representa una respuesta que reconoce el cambio climático como algo importante y vital para la operación del canal de Panamá”, acotó.
Acciones operativas
Si bien el Canal de Panamá contribuyó a una reducción de más de 13 millones de toneladas equivalentes de CO2 en 2020, al ofrecer una ruta más corta para los barcos en comparación con los trayectos alternativos más probables, la vía interoceánica reconoce la importancia de hacer que su propia operación sea carbono neutral al final de la década.
Para iniciar la transición hacia un Canal más verde, la vía interoceánica incorporó cuatro automóviles eléctricos, como parte de un proyecto piloto para recolectar suficiente data con miras a migrar su flota hacia vehículos que no utilicen combustibles fósiles.
Parte de su plan estratégico de descarbonización también incluye remolcadores y lanchas que utilicen combustibles alternativos, el reemplazo de los procesos de producción de electricidad a favor de plantas fotovoltaicas, el uso de energía hidráulica y asegurar que todas las instalaciones y proyectos de infraestructura sean ambientalmente responsables y sostenibles.
El Canal de Panamá primero comenzó a medir su huella de carbono en 2013 para alinear sus acciones con los objetivos globales de reducir las emisiones para mitigar y adaptarse al cambio climático. Su plan de convertirse en carbono neutral fue reforzado en 2017 con el lanzamiento de su Calculadora de Emisiones, una herramienta que no solo permite a los operadores medir sus emisiones de gas de efecto invernadero (GEI) por ruta, sino también fortalecer el análisis del Canal sobre las emisiones producidas por sus operaciones diarias.
Para reducir su propio impacto, el Canal de Panamá también ha tomado medidas en búsqueda de maximizar su eficiencia operativa y ambiental, implementando acciones de conservación del agua y optimizando el tránsito.
A través de la Ventana Única Marítima de Panamá (VUMPA) se ha mejorado la eficiencia y huella de carbono de procedimientos de transbordo al agilizar el papeleo logístico para clientes internacionales transitando por el país, ahorrando hasta 3,260 horas y más de 300,000 formularios impresos al año.
La vía interoceánica también firmó el 22 de abril la Declaratoria de “Las Primeras 50 Organizaciones Carbono-Neutro”, una iniciativa liderada por el Ministerio de Ambiente de Panamá (MiAmbiente) encaminada a integrar esfuerzos para acelerar acciones climáticas y medibles con miras a alcanzar la neutralidad de carbono en el año 2050, aunque el Canal se ha puesto la meta de lograrlo antes de finalizar esta década.
Como parte de la nueva iniciativa nacional, el Canal de Panamá desarrollará un inventario anual de GEI, así como un plan de acción con objetivos medibles para reducir sus emisiones. Los esfuerzos del Canal serán tenidos en cuenta como parte de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por su sigla en inglés), establecida por la Convención Marco De Las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en cumplimiento del Acuerdo de París.
El valor de la Ruta Verde
Los esfuerzos del Canal de Panamá se han extendido más allá del seguimiento para incluir iniciativas con el objetivo de ayudar e incentivar a los operadores a minimizar su huella medioambiental.
A través del Programa de Reconocimiento Ambiental “Green Connection” la vía interoceánica ofrece el Green Connection y el Environmental Premium Ranking (EPR), los cuales destacan a clientes que demuestran un excelente rol de administración ambiental, incluyendo el uso de combustibles bajos en carbono y rutas ambientales conscientes, brindándole cupos prioritarios.
Como una mejora a este programa, el Canal de Panamá analiza tomar en cuenta en su estrategia de precios dinámicos la tecnología de los buques y su huella de carbono, lo que los hace más eficiente durante el tránsito.
El Canal de Panamá también promueve los esfuerzos de la Organización Marítima Internacional (OMI) por minimizar el impacto ambiental de la industria del transporte, desde la implementación de la regulación OMI 2020, hasta sus esquemas de separación del tránsito y programas de reducción de la velocidad de los buques. Al apoyar esta última, por ejemplo, el Canal ayuda a los operadores a reducir el riesgo de chocar con cetáceos migrando cerca de la vía interoceánica, a la vez que disminuyen la emisión de GEI y gases contaminantes en un promedio del 75 %, dependiendo del tipo, tamaño y combustible utilizado por cada buque.
Sostenibilidad de la Cuenca Hidrográfica
A través de programas ambientales en la cuenca hidrográfica, el Canal de Panamá contribuye a que este sea uno de los tres países en el mundo considerados como carbono negativo, es decir, que sus bosques absorben más carbono de la atmósfera, que las emisiones de CO2 que emite el mismo.
Por más de una década, la vía interoceánica se ha aliado con comunidades en la cuenca hidrográfica para asegurar el uso sostenible de los recursos naturales de área, impactando la calidad de vida de los residentes.
Una de las principales iniciativas del Canal es el Programa de Incentivos Económicos Ambientales (PIEA) el cual provee recursos a los agricultores locales, desde títulos de propiedad de sus tierras hasta capacitación en técnicas agroforestales, que les permiten desarrollar, reforestar y proteger la cuenca hidrográfica. Como resultado, el Canal de Panamá y las comunidades han reforestado más de 12,000 hectáreas.