8 de mayo: Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, su objetivo es “reconocer la encomiable labor de voluntarios y empleados que todos los días salvan vidas, ayudan a los más desfavorecidos y cambiar mentalidades”.
Se les puede identificar a simple vista en todo el mundo en medio de los desastres y situaciones de conflicto que pueden afectar a las comunidades, ellos son los voluntarios y funcionarios del movimiento cruzrojista mundial.
Su emblema es una cruz en color rojo sobre un fondo blanco, y es reconocido como símbolo de ayuda humanitaria, lo cual les permite recibir el apoyo correspondiente para facilitar su labor.
El 8 de mayo se celebra del Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, su objetivo es “reconocer la encomiable labor de voluntarios y empleados que todos los días salvan vidas, ayudan a los más desfavorecidos y cambiar mentalidades”, y se considera a Henry Dunant, como su fundador.
El presidente de la Cruz Roja Panameña, Elías Solís, expresó que la fecha llama a celebrar a la red más grande del mundo dedicada en todos los países a aliviar el sufrimiento humano y a cumplir una función muy particular que es la de auxiliar a los poderes públicos.
“Las sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja cumplimos una función con el rol de auxiliar los poderes públicos”, afirmó, lo que los convierte en los principales aliados del Estado en situaciones de emergencia y desastre, aunque advirtió su intervención va de acuerdo a sus capacidades.
Cada vez que se presentan estos casos, la Cruz Roja está presente con la pertinencia y participación de sus voluntarios, desplazándose en tareas como búsqueda y rescate, evaluación de daños, apoyo psicosocial y la construcción de espacios amigables.
Intervenir en la atención pre hospitalaria en las comunidades donde no tienen acceso a una ambulancia, es otra de las funciones en las que también participan.
Solís destacó que en Panamá la organización ha estado realizando distintas intervenciones y, durante la pandemia de la Covid-19, ha ido de la mano con las autoridades del Ministerio de Salud.
En 11 cercos epidemiológicos, a nivel nacional, lograron tomar temperatura a unas 590,498 personas que se trasladaban de un lugar a otro como medida de control y mitigación del virus, y entregaron 65,336 mascarillas.
Distribuyeron bolsas de alimentos en distintas comunidades en donde la ayuda no había llegado y su apoyo también se reflejó en la movilización de potenciales donantes de sangre.
En medio de esta situación de la pandemia, con la llegada de los huracanes Eta e Iota, también se dio apoyo, lo que significa que la Cruz Roja Panameña junto a sus voluntarios y voluntarias, ha estado presente apoyando a las comunidades afectadas con distintas intervenciones.
Desde la evaluación de datos, brindando apoyo psicosocial, construcción de espacios amigables, distribución de enseres para potenciar los medios de vida y promoviendo el emprendimiento.
Con el apoyo de la Federación Internacional de la Cruz Roja y del Comité Internacional de la Cruz Roja, detalló Solís, tienen presencia en la provincia de Darién, brindado atención a las personas migrantes, desde dos enfoques, agua, saneamiento e higiene, produciendo 19 millones de litros de agua potable.
Esta acción, además de apoyar a los migrantes, también lo hace con las comunidades de acogida como: Bajo Chiquita y La Peñita, donde se adolece de agua potable.
La producción de agua potable representa una mejor calidad de vida y mejora la salud de los migrantes y las poblaciones de acogida, con prevención de afecciones a la salud, como los problemas estomacales.
Precisó el presidente de la Cruz Roja Panameña que enfocan atención hacia las personas migrantes en el ámbito de protección, género e inclusión, brindando apoyo psicosocial por el trauma que significa la ruta migratoria.
Sobre el particular, indicó que han ofrecido 1,918 servicios de restablecimiento de contactos familiares mediante llamadas o mediante correos electrónicos porque muchos pierden ese contacto durante la ruta migratoria, esto, favorece la conexión de lazos entre las familias.
En 1917 se fundó la Cruz Roja Panameña, cuyos pilares se fundamentan en el servicio voluntario y ayuda a cualquier persona sin distinción racial, religiosa, política o ideológica. Y como miembros de la red humanitaria más grande del mundo, se rigen por siete principios fundamentales: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, servicio voluntario, universalidad y unidad.