El presidente Nayib Bukele agradeció el viernes la labor del ejército de proteger a El Salvador de “enemigos internos y externos”, en momentos en que el país recibe críticas de opositores y de la comunidad internacional por su ejercicio del poder tras la destitución de magistrados y del Fiscal General.
“Quiero reiterarles nuestro agradecimiento por ayudar a salvar a la patria de nuestros enemigos internos y externos”, agregó sin mencionar a quienes se refería.
Bukele participó de la ceremonia de juramentación de nuevos cadetes en el Día del Soldado Salvadoreño.
La Fuerza Armada ha sido aliada en catapultar la imagen del mandatario con el reparto sostenido de alimentos a la población para mitigar el impacto de la crisis sanitaria.
“En los últimos meses la Fuerza Armada también ha repartido alimentos, también ha coordinado la aplicación de vacunas contra la pandemia”, destacó el mandatario.
Bukele con su partido Nuevas Ideas (NI) y su aliado la Gran Alianza Nacional (Gana), obtuvo en los comicios de febrero 61 diputados en el Congreso unicameral de 84 escaños.
Producto de esa mayoría, tras instalarse la nueva Asamblea Legislativa destituyó el 1 de mayo a los magistrados de la Sala de lo Constitucional que emitieron sentencias que, de acuerdo con el Parlamento, fueron “arbitrarias” y le restaron poder al gobernante para enfrentar la pandemia.
También fue destituido el Fiscal General, Raúl Melara, por sus vínculos con la derechista opositora Arena.
Esas decisiones han sido consideradas por la comunidad internacional como un atentado a la separación de poderes. Pero Bukele asegura que todo está respaldado por la Constitución.
Bukele expresó también su agradecimiento a los militares “por ayudar a salvar” a la patria “de los enemigos externos e internos”, a quienes no identificó.
El ejército fue blanco de críticas en el pasado por parte de organismos humanitarios, por negar a un juez la entrega de archivos militares sobre operativos que terminaron en masacres, como la de El Mozote, en diciembre de 1981 contra alrededor de 1.000 personas en el marco de la guerra civil (1980-1992).
Los “ataques” contra la institución castrense “ya no son externos, sino que son internos”, aseguró Bukele.
“Esas pequeñas voces que atacan a la Fuerza Armada, que aunque son una pequeña minoría, hacen mucho ruido, les gusta criticar porque no hacen nada y porque en el fondo envidian a los hombres y mujeres de valor que sí están trabajando por nuestra patria”, enfatizó.