El Grupo de Siete países más industrializados (G7) acordó este viernes dejar de financiar centrales térmicas de carbón a finales de este año para contribuir a la lucha contra el cambio climático.
Los países más ricos del planeta también se comprometen a “descarbonizar (reducir la emisión de carbono)” de sus fuentes de energía eléctrica a lo largo de la década de 2030, según el comunicado final.
Ello significa reducir de manera drástica el uso del petróleo, el gas y el carbón para producir electricidad.
“El G7 reconoce que toda inversión nueva en la producción de electricidad a partir del carbono en el mundo debe cesar inmediatamente, ya que no es compatible con el objetivo” de limitar el calentamiento del planeta a un máximo de 1,5º C, como quedó fijado en el Acuerdo de París, precisa el comunicado.
“Se trata de un paso adelante importante, porque solo así nosotros, los países industrializados, podemos exigir de manera creíble que otros nos sigan en esa vía”, explicó la ministra alemana de Medio Ambiente, Svenja Schulze.
Los miembros del club de países ricos están comprometidos con el objetivo de lograr la neutralidad en términos de emisiones de carbono “en 2050 a más tardar”. Alemania elevó recientemente sus objetivos climáticos para llegar a ese objetivo en 2045.
El Reino Unido, que preside actualmente el G7, organizará la conferencia sobre el clima COP26 en presencial en noviembre en Glasgow (Escocia).
La medida “sienta las bases para una transición radical hacia la energía limpia”, añadió la ministra de Medio Ambiente francesa, Barbara Pompili, que elogió la decisión de Japón de unirse a la iniciativa.
Los países integrantes del G7 son Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Estados Unidos y Reino Unido. Son los principales fabricantes de automóviles del mundo, y con esta medida, se comprometen a “acelerar radicalmente” la transición de ese sector hacia las energías limpias, indicó el texto.
El grupo dejará de subvencionar al sector de los combustibles de origen fósil en 2025.
Y al mismo tiempo, indicó el comunicado, se fija nuevos objetivos medioambientales: conservar o proteger al menos el 30% de la superficie del planeta y al menos el 30% de la superficie marina de aquí a 2030.
En la Conferencia del Clima (COP) de 2015 en París, la comunidad internacional se comprometió a tomar medidas para limitar el aumento de la temperatura media del planeta a menos de 2ºC, e idealmente a 1,5ºC.
Pero la gran mayoría de emisores de gases de efecto invernadero del planeta han fallado a la hora de aplicar sus objetivos a corto y medio plazo.
La COP26 de Glasgow es “la última esperanza” de mantener ese objetivo de forma realista, según el presidente de esa cita climática, el legislador británico Alok Sharma.