La OCDE pide corregir las fallas estructurales que han lastrado Latinoamérica

La OCDE pide corregir las fallas estructurales que han lastrado Latinoamérica
Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, quien la semana próxima deja el cargo tras 15 años al frente. Foto, EFE/Mariscal/Archivo.

“América Latina y el Caribe es la región emergente y en desarrollo más afectada por la crisis del covid” con un bajón del producto interior bruto (PIB) del 7,7 % en 2020 y, sobre todo, con un millón de muertos hasta ahora”, Ángel Gurría.

Latinoamérica es la región emergente del mundo que más se ha visto afectada por la pandemia, en parte por los lastres estructurales que arrastraba en términos de productividad, de desigualdades o falta de integración, y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), cree que los planes de recuperación tienen que ser la ocasión para corregirlos.

Su secretario general, el mexicano Ángel Gurría, que la semana próxima deja el cargo tras 15 años al frente, quiso dar varias notas de esperanza pese a la situación y, ante la naturaleza compartida y global de los retos de Latinoamérica, apostó por “un nuevo contrato social entre gobiernos, ciudadanos y otros actores”.

Durante la decimotercera edición del Foro Internacional sobre Latinoamérica y el Caribe, que normalmente se celebraba en París y que por segundo año consecutivo por la covid se organizó en línea, Gurría pidió “una nueva cooperación iberoamericana”, pero también repensar la participación de la región en la agenda global.

Sobre todo, su mensaje principal fue que “una respuesta eficaz a la crisis podría incentivar la formalidad, promover la diversificación productiva, aumentar la integración de la región en las cadenas de valor” y poner en marcha la transición a una economía verde capaz de generar 15 millones de empleos netos de aquí a 2030.

LAS VACUNAS, LA GRAN URGENCIA INTERNACIONAL

La urgencia para que lleguen vacunas fue uno de los reclamos que más se repitieron en esta edición del foro, en particular por el presidente colombiano, Iván Duque, que incluso pidió a la OCDE que actúe de mediador ante los países desarrollados para que hagan préstamos de dosis que luego otros como el suyo devolverían cuando les lleguen las que han encargado a los fabricantes.

Duque recalcó que “es urgente” buscar soluciones a la actual situación en que “los países más desarrollados han comprado cuatro, cinco o seis veces el tamaño de su población en vacunas” mientras que “más de 70 países no han puesto la primera dosis”.

A su parecer, la competencia por el material médico y farmacéutico desde que estalló la pandemia ha puesto en evidencia los fallos del sistema multilateral y la necesidad de “un fortalecimiento vertiginoso del multilateralismo” para conseguir “un sentimiento de equidad” y “para que pueda avanzar” la iniciativa COVAX.

El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, coincidió en que la adquisición y distribución de vacunas “es el tema prioritario” en este momento, pero indicó otros cuatro retos para abordar otras tantas debilidades estructurales de Latinoamérica.

Habló de fortalecer la integración entre sus países; de acabar con la brecha que tienen en el terreno digital con la OCDE, que permitiría crear 15 millones de empleos directos; de los problemas de las pymes; o de solucionar la brecha de género, que más allá de la dimensión humana y social supondría elevar el PÎB en un 23 %.

LATINOAMÉRICA, LA REGIÓN MÁS CASTIGADA

El diagnóstico que hicieron tanto Gurría como Claver-Carone de la estela catastrófica que ha dejado el coronavirus fue apabullante.

“América Latina y el Caribe es la región emergente y en desarrollo más afectada por la crisis del covid” con un bajón del producto interior bruto (PIB) del 7,7 % en 2020 y, sobre todo, con un millón de muertos hasta ahora”, señaló el primero.

La de 2020 fue “la mayor contracción (de la actividad) en 200 años”, desde las guerras de independencia, que hizo perder su trabajo a 30 millones de personas y sacó a 50 millones de la clase media, señaló el segundo, que aunque calcula que el PIB crecerá un 4 % este ejercicio, admitió que eso “no es suficiente”.

LOS RIESGOS DE LA EXPLOSIÓN DE LA DEUDA

La vicepresidenta de la República Dominicana, Raquel Peña, como Iván Duque o como la primera ministra de Barbados, Mia Amor Mottley, alertaron de los problemas a los que se enfrentan países en desarrollo como los suyos para financiar crecientes necesidades de gasto social de la pandemia, que han inflado su deuda pública.

Peña, refiriéndose a las conclusiones de la reunión virtual iberoamericana de ministros de Economía y Hacienda del miércoles, puso el acento en que hay que buscar “un marco común” para la negociación de mecanismos de alivio de esa deuda.

El presidente de Colombia, por su parte, consideró que los organismos internacionales deben ser conscientes de que los países en desarrollo van a sufrir mucho con el repunte de los tipos de interés que se está viendo en Estados Unidos.

El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, reconoció que en la situación actual de Latinoamérica, y pese a las convergencias en la agenda de uno y otro bloque y los acercamientos de los últimos años, “no hay lugar para la complacencia”.

“No podemos ser los convidados de piedra a otra década perdida que puede exacerbar la pobreza y la desigualdad”, añadió Borrell, antes de mostrar su ambición de “transformar juntos el mundo pospandemia” sobre las bases de valores compartidos como la democracia y los derechos fundamentales.

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