Buddhi Bahadur Lama, guía en el Everest, pasó varios días aislado en una tienda de campaña tras haber dado positivo al covid-19, en un brote de coronavirus que, según los alpinistas, pone en peligro las vidas en el campo base.
Él es uno de los cuatro miembros de su expedición que supuestamente contrajeron el virus a los pies de la montaña más alta del mundo (8.848 m).
“No es sólo nuestro problema, está pasando actualmente en la mayoría de equipos en el campo base”, afirma a la AFP este alpinista de 35 años.
Se están registrando decenas de posibles casos de covid-19 en la zona, y al menos dos compañías decidieron cancelar sus expediciones después de que algunos de sus miembros dieran positivo.
Sin embargo, las autoridades de Nepal todavía no han reconocido un solo caso en la cima del mundo, para no poner en peligro la temporada de ascensiones y sus cruciales ingresos en la economía del país, después de que el año pasado fuera anulada debido a la pandemia.
Lama tiene síntomas leves pero, según él, hay casos más graves entre los montañeros.
La temporada que permite escalar en mejores condiciones el Everest y otras cumbres del Himalaya coincide con una nueva oleada de contagios de covid-19 en Nepal.
El país está registrando una media de 8.000 casos diarios y su sistema sanitario está desbordado.
Desde que hace dos meses arrancara la temporada de las ascensiones, más de 1.000 montañeros y sus guías nepalíes han acampado a los pies del Everest.
Más de 350 alcanzaron la cima, pero muchos siguen esperando en el campo base el momento óptimo para iniciar la ascensión.
Según responsables de una clínica de campaña, en las últimas semanas, más de 30 personas llegaron con problemas de salud. Algunos publicaron en las redes sociales sus resultados de covid-19.
Pero el gobierno insiste en que no está al tanto de ningún caso.
“Hemos pedido a las compañías y a los responsables que nos informen si tienen casos de covid, pero por ahora nadie nos ha enviado nada. Necesitamos un informe oficial”, dice el jefe del departamento de Turismo de Nepal, Rudra Singh Tamang.
“Si la gente da positivo en Katmandú, es difícil de decir dónde se infectó”, añade.
– Vidas en peligro –
El organizador de expediciones austriaco Lukas Furtenbach, que fue el primero en anular una ascensión, asegura que envió un informe al gobierno.
“Hay un brote y existen pruebas de ello. Pero el gobierno niega este brote y pone en peligro nuestras vidas y las vidas de nuestra gente, los sherpas”, advierte.
La semana pasada, Furtenbach esperaba poder iniciar su ascensión y su equipo de 19 alpinistas ya había iniciado las pruebas de aclimatación, cuando el virus les sorprendió.
Una persona del grupo dio positivo con un test rápido, y al día siguiente, tres sherpas también.
En total, ocho personas de la expedición resultaron positivos, siete de los cuales confirmaron el diagnóstico con pruebas PCR en Katmandú.
Furtenbach cree que se contagiaron en la montaña, el único momento en que la expedición estuvo en contacto estrecho con otros equipos.
“Si alguien muere ahí de covid, las familias van a demandarnos, si sabemos que hay un brote y seguimos enviado a gente ahí arriba. Es una responsabilidad”, señala.
Sin los alpinistas extranjeros, los sherpas y otros guías locales, cuyos ingresos suelen ser los únicos en su familia, pierden su principal fuente financiera.
El sherpa Kunga fue evacuado del campo base después de dar positivo y ahora se está recuperando en Katmandú.
“Si pensamos a nivel financiero, muchos necesitan los ingresos de este año, pero las vidas son importantes y quizás, en ese sentido, estaría bien no escalar esta temporada”, admite.