El mercado laboral mejoró en mayo en Estados Unidos pero sigue débil, con 7,6 millones de empleos menos que en febrero de 2020, antes de la pandemia, un argumento para el presidente Joe Biden en sus negociaciones por su faraónico plan de infraestructura.
La economía estadounidense agregó 559.000 puestos de trabajo en mayo y la tasa de desempleo se redujo al 5,8%, informó el viernes el Departamento de Trabajo, en un contexto en que la masiva vacunación anticovid permitió reaperturas y contrataciones en las empresas.
La cifra de nuevos puestos está por debajo de lo esperado por los analistas pero duplica la de abril, señal de que la recuperación se acelera.
Los sectores que resultaron más gravemente dañados por las restricciones comerciales para detener el virus constituyeron la mayor parte del avance el mes pasado: ocio y hostelería agregaron 292.000 puestos de trabajo, dos tercios de ellos en negocios como bares y restaurantes.
Los alojamientos sumaron 35.000 posiciones, y las empresas de entretenimiento, juegos de azar y recreación agregaron 58.000.
Sin embargo, este sector aún tiene 2,5 millones de puestos menos en comparación con febrero de 2020, de acuerdo con el informe.
En cuanto a los salarios, las remuneraciones promedio por hora aumentaron 15 centavos a 30,33 dólares, después de un aumento de 21 centavos en abril, que el Departamento de Trabajo atribuyó a los esfuerzos de las empresas por atraer a trabajadores desempleados de vuelta al mercado.
“Los datos de los últimos dos meses sugieren que la creciente demanda de mano de obra asociada con la recuperación de la pandemia puede haber ejercido una presión al alza sobre los salarios”, señala el informe oficial, aunque agrega que las interrupciones laborales causadas por el virus “complican el análisis” de las tendencias salariales.
– El futuro –
El presidente Joe Biden saludó en un tuit un “avance histórico para las familias y la economía estadounidense”.
“Ninguna gran economía en el mundo crea empleos tan rápidamente como nosotros”, añadió.
Pero “el crecimiento del empleo es sorprendentemente lento en una economía que ya no enfrenta problemas de capacidad”, matiza Rubeela Farooqi, economista jefe de HFE.
Los empleadores no logran convencer a algunos trabajadores de volver al mercado, en particular en los segmentos peor remunerados.
La mitad de la población estadounidense está vacunada contra el coronavirus, lo que permite que bares, parques de diversiones y otros sitios de ocio reabran.
También se retoman los viajes: los aeropuertos del país registraron la mayor frecuencia de viajeros desde marzo de 2020 a fines de mayo durante el fin de semana largo por el Día de los Caídos el pasado lunes.
Pero muchos temores ligados al covid persisten y, en particular las escuelas no han reabierto en todos los casos, lo cual genera problemas para el cuidado de los niños.
Además los puestos disponibles no siempre corresponden a las competencias de quienes buscan trabajo.
Se suma el hecho de que los subsidios por desempleo, mayores a lo habitual y que abarcaron a algunos trabajadores por cuenta propia, no incitan a regresar al trabajo, según los republicanos, que suspenderán o reducirán estas ayudas en la mayoría de los estados que gobiernan.
Sobre 15 millones de personas que perciben actualmente subsidio por desempleo, unos 2,3 millones se quedarán sin ingresos, calcula Nancy Vanden Houten, analista de Oxford Economics.
– Alza de salarios –
Esta escasez de mano de obra impide a muchas empresas retomar actividad en todo su potencial. Por eso algunas proponen salarios más altos, vacaciones pagas -no son obligatorias en Estados Unidos- o la posibilidad de teletrabajar cuando es posible.
“La lección parece ser que los empleadores deben pagar más -y tal vez mucho más- para atraer (a los trabajadores), o esperar que desaparezcan los factores potencialmente responsables del alejamiento de la gente del mercado laboral”, reflexionó Ian Shepherdson, economista de Pantheon Macroeconomics.
Biden apuesta a su gigantesco plan de inversión en infraestructua para crear 16 millones de empleos “bien pagados”. Actualmente negocia sobre el volumen de los gastos con la oposición republicana en el Congreso.