La madre del célebre traficante de armas ruso preso en Estados Unidos, Viktor Bout, rogó a los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin concertar la liberación de su hijo, informó este lunes la agencia Ria Novosti.
“Tengo casi 85 años, y si aún debe cumplir la otra mitad de su sentencia en prisión en Estados Unidos, yo ya no estaré aquí” cuando sea excarcelado, escribió Raissa Bout en una misiva publicada por Ria Novosti.
“Les demando en tanto madre que lleva muchos años esperando a su hijo: entiéndanse de una manera u otra para que mi hijo pueda volver conmigo”, prosigue.
La mujer les pide además a ambos líderes que piensen en las “familias rusas y estadounidenses” cuyos familiares están encarcelados en territorio del rival geopolítico.
Putin y Biden se reunirán por primera vez el 16 de junio en Ginebra y tienen una enorme agenda a discutir en un contexto de relaciones deterioradas.
Varios presos o sus familiares intentan aprovechar la ocasión para que Washington y Moscú discutan sobre su destino.
Paul Whelan, un estadounidense detenido en Rusia por espionaje y quien afirma ser inocente, solicitó la semana pasada a Biden que plantee a Putin un acuerdo de intercambio de prisioneros.
La familia de Konstantin Iaroshenko, un piloto arrestado en Estados Unidos por tráfico de drogas, envió una carta solicitando un perdón a la embajada estadounidense en Moscú.
Viktor Bout, por su parte, detenido en Tailandia en 2008 por agentes estadounidenses, cumple actualmente una condena a 25 años de prisión en Estados Unidos.
Exmilitar y políglota, usufructuó de la disolución de la URSS y la caída del bloque del Este para dedicarse a la venta de armas soviéticas a bajo precio, equipando a beligerantes de medio mundo, desde las guerras civiles africanas hasta guerrillas colombianas, pasando por Oriente Medio.
Su carrera, fuera de lo común, inspiró el filme “Lord of War” (“El señor de la guerra” u “Hombre peligroso” en español), en el cual Nicolas Cage encarna a un cínico traficante de armas.
Moscú denuncia su encarcelamiento desde hace muchos años, dejando planear la sospecha de que Bout habría actuado al menos con el consentimiento tácito de funcionarios rusos.