Sudáfrica, que entró esta semana en una tercera ola de la pandemia de Covid-19 y está retrasada en la vacunación, anunció el sábado que deberá dejar en espera dos millones de vacunas del estadounidense Johnson & Johnson (J&J), que se sospecha fueron contaminadas.
Las autoridades estadounidenses anunciaron un día antes que “varios lotes” de la vacuna, o sea varios millones de dosis, fabricadas en Baltimore, Estados Unidos, y cuya producción tuvo que ser detenida hace varias semanas, tendrán que ser retiradas.
“Tenemos dos paquetes involucrados, lo que representa 2 millones de dosis actualmente conservadas en el depósito de Gqeberha (ex-Port Elizabeth, Sur)”, declaró la ministra de Salud sudafricana, Mmamoloko Kubayi-Ngubane, interrogada por periodistas durante una visita al hospital de Soweto.
La autoridad de reglamentación de los productos de salud (Sahpra) tendrá que pronunciarse sobre su probable retirada.
En marzo, pruebas realizadas en la fábrica estadounidense revelaron que productos que entran en la composición de la vacuna de AstraZeneca, fabricada en el mismo lugar, fueron mezcladas por error con las vacunas de J&J, provocando la contaminación de millones de dosis inutilizables. Otros lotes deben aun ser examinados.
“No podemos negar que es un paso atrás en nuestro programa de vacunación”, agregó la ministra, quien reemplazó hace poco a Zweli Mkhize, descartado tras sospechas de corrupción en su entorno.
Una entrega de 300.000 nuevas dosis de J&J debe hacerse el martes, precisó Kubayi-Ngubane.
Sudáfrica cuenta con el suministro de 31 millones de dosis de la vacuna J&J de dosis única, para inmunizar a su población de 59 millones.
La única vacuna comprada por el gobierno y aprobada por las autoridades sanitarias sudafricanas es la fabricada por Pfizer.
El país logró obtener 30 millones de dosis, pero esta vacuna de dos inyecciones requiere ser conservada a muy baja temperatura.
Sudáfrica, donde han muerto de covid 58.000 personas, solo ha vacunado a un poco más del 1% de su población.