El fabricante aeronáutico Boeing anunció este martes que redujo el ritmo de producción de sus aviones de largo recorrido 787 Dreamliner tras la aparición de nuevos problemas, que se suman a los anteriores que ya habían interrumpido entregas.
“La producción de los 787 será temporalmente de menos de cinco por mes”, dijo el grupo en un comunicado el martes, especificando que “Boeing anticipa ahora la entrega de menos de la mitad de los 787 presentes en el inventario este año”.
Estas entregas están completamente suspendidas por ahora y se reanudarán más adelante, dijo Boeing a la AFP.
En un comunicado enviado también a AFP, el regulador de aviación en Estados Unidos, la FAA, afirma haber sido informado de problemas “cerca de la nariz de ciertos 787 Dreamliners”, agregando que han sido descubiertos gracias al sistema de inspección, creado por iniciativa del regulador.
La compañía ya había revelado en septiembre el hallazgo de nuevos defectos de fabricación en la conexión de una parte del fuselaje del 787 y luego en el estabilizador horizontal.
Entre noviembre y marzo la compañía había suspendido la entrega de aparatos de este modelo. Medida que volvió a tomar otra vez en mayo, mientras reportaba a la FAA información adicional tras problemas de producción.
“Continuaremos tomándonos el tiempo necesario para asegurarnos de que los aviones de Boeing cumplan con los más altos estándares antes de la entrega”, escribió Boeing en su comunicado.
La FAA, por su parte, dice que determinará “si son necesarias modificaciones similares en los 787 que ya están en servicio”.
La seguridad de los aviones Boeing está siendo vigilada de cerca luego de dos accidentes de su modelo estrella actual, el 737 MAX.
Lanzado en 2017, dos de sus ejemplares sufrieron accidentes en 2018 y 2019, que dejaron 346 muertos, debido a un defecto en el software de control de vuelo MCAS.
El aparato tuvo que permanecer en tierra durante veinte meses antes de que se le autorizara a volar a fines de 2020.
Sin embargo, los problemas eléctricos en las cabinas de algunos 737 MAX llevaron a principios de abril a la inmovilización temporal de un centenar de aeronaves ya entregadas.
En la Bolsa, el título del fabricante caía un 1,9% en las transacciones electrónicas antes de la apertura de Wall Street.