Lionel Messi juega con los nervios de los hinchas parisinos: después de despedirse del FC Barcelona el domingo, la superestrella argentina mantuvo el suspenso este lunes sobre su llegada al París Saint-Germain, anunciado como su probable nuevo club.
En la capital de Francia, decenas de aficionados lo esperaron buena parte del día en el aeropuerto de Bourget y a la entrada del Parque de los Príncipes.
Pero en medio de la tarde, el futbolista todavía estaba en su casa, en Cataluña, con su amigo Luis Suárez y su familia, como constataron periodistas de AFPTV.
Desde el inesperado anuncio de la marcha del argentino de su club de siempre, el jueves, el planeta fútbol contiene la respiración y escruta el menor movimiento del jugador de 34 años.
El PSG es el club que tiene más opciones de firmarlo. El domingo en su rueda de prensa en Barcelona el propio jugador reconoció que era “una posibilidad”.
“Solo parece ser cuestión de horas”, avanzaba este lunes el diario L’Equipe, quien asegura que “entramos en los días más increíbles de la historia del campeonato francés”.
Pero la ‘Pulga’ marca los tiempos y es impermeable a la impaciencia de los seguidores o a la loca actividad en las redes sociales, donde no paran de circular rumores contradictorios sobre su llegada a la capital gala.
El domingo prefirió dedicar al Barça el que podría ser su último fin de semana como jugador sin contrato.
En las entrañas del Camp Nou donde forjó su leyenda, Messi, en lágrimas, clamó su amor por el club al que llegó con 13 años.
– ‘Big bang’ a otra dimensión –
“Nunca imaginé mi despedida porque la verdad es que no lo pensaba”, confesó, revelando que estaba dispuesto a bajarse el sueldo a la mitad para poder quedarse.
Pero el Barça renunció a prolongar su oneroso contrato, que expiró el pasado mes de junio, esgrimiendo el elevado riesgo que supondría para sus depauperadas arcas.
Este lunes por la mañana, las imágenes del argentino llorando coparon las portadas de diarios deportivos españoles como Marca, As y Sport, que tituló: “Todos los culés lloramos contigo, Leo”.
El PSG no podía dejar escapar la oportunidad, ante la búsqueda perpetua de sus ricos propietarios (QSI) de superestrellas que desarrollen su marca.
En efecto, a raíz del anuncio de la marcha de Messi el jueves, el PSG no tardó en contactar con el entorno del jugador.
El club galo le ofrece un salario anual neto en torno a los 40 millones de euros (47 millones de dólares), según la prensa francesa, situándolo por encima de Neymar (36 millones de euros; 42 millones de dólares). La duración del contrato sería de dos años, con opción a un tercero.
El músculo financiero de QSI y el relajamiento de las normas de ‘fair play’ financiero de la UEFA hicieron posible una operación que pocos concebían apenas dos meses atrás.
El París Saint-Germain, que derrotó al Troyes el sábado en Ligue 1 (2-1), ha preparado el terreno para este ‘big bang’ capaz de llevarlo a otra dimensión, tanto deportiva como económica.
– Sin límite de aforo –
Con el ganador de seis Balones de Oro, junto a Neymar y Kylian Mbappé, la escuadra parisina se convierte en la gran favorita para conquistar la Liga de Campeones, el sueño de QSI, después de fracasar en la final de 2020.
Los actores del fútbol francés, preguntados a lo largo del fin de semana, se frotan las manos con la posible llegada de la superestrella, una bocanada de oxígeno en medio de la crisis provocada por la pandemia y el conflicto con los difusores televisivos.
El PSG también tendrá la posibilidad de presentarlo ante un estadio lleno. Este lunes recibió la confirmación de la prefectura de que podía disputar su primer partido de la temporada en el Parque de los Príncipes, el sábado, sin límite de aforo.
El escenario está listo. Solo falta el actor principal.