El presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró este jueves que su gobierno no cederá “a chantajes ni amenazas” de Estados Unidos, que le exigió “discusiones sinceras” en el proceso de diálogo político con la oposición en México.
“Venezuela va al diálogo de México (…) de manera autónoma e independiente y no se somete a chantajes ni amenazas del gobierno de Estados Unidos. ¡No nos sometemos a chantajes de ningún tipo!”, expresó el mandatario en la televisión estatal en la víspera de la primera reunión de este nuevo proceso mediado por Noruega.
Washington, que no reconoce a Maduro sino al líder opositor Juan Guaidó como presidente encargado, se muestra dispuesto a aliviar las sanciones que impuso al gobierno de Maduro si la negociación avanza hacia elecciones libres.
“Hemos sido claros en que el régimen de Maduro puede crear un camino hacia el alivio de las sanciones permitiendo a los venezolanos participar en elecciones presidenciales, parlamentarias y locales libres y justas que deberían haberse celebrado hace tiempo”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
Hacerlo “requiere que el régimen de Maduro participe en discusiones sinceras con la oposición – liderada, por supuesto, por el presidente interino Juan Guaidó – que resulten en una solución negociada integral a la crisis venezolana”, dijo.
La férrea ofensiva contra Maduro fue liderada por el expresidente republicano Donald Trump, que prometió aplastar a los izquierdistas en todo el continente americano.
Y las sanciones que impuso a Venezuela, que incluyen un embargo petrolero, buscaba presionar una caída de Maduro asfixiando la economía.
El lider chavista no obstante resistió la presión con el apoyo de los militares venezolanos y aliados como Rusia, China y Cuba.
Biden ha mantenido en gran medida la línea de Trump sobre Venezuela, aunque ha prometido otro enfoque apoyado en los aliados de Estados Unidos.
“Hagan ustedes lo que tengan que hacer, nosotros haremos lo que corresponde hacer para el destino de Venezuela”, zanjó por su parte el líder chavista.
– “Esclavos” de EEUU –
El gobierno de Maduro y la oposición regresan este viernes a la mesa de negociación, con mediación de Noruega. Se celebrará una reunión previa que antecede a una semana de trabajo que arranca el 30 de agosto, considerada el inicio formal de la negociación.
“Vamos a dialogar con la oposición pitiyanqui, proyanqui, con los esclavos del gobierno de Estados Unidos vamos a dialogar. Hay que dialogar hasta con el diablo. ¡Claro que vamos a dialogar con el diablo! Vamos con la cruz, con el agua bendita”, ironizó Maduro.
El presidente pidió reconocimiento y el levantamiento de todas las sanciones internacionales, mientras que la delegación de Guaidó pide condiciones electorales y un cronograma que incluya comicios presidenciales, además de la liberación de presos políticos.
“Hoy que hay unidad en Venezuela respaldando la posibilidad de una solución a través de una acuerdo integral en este momento (…) la mayor y mejor unidad es la herramienta fundamental para enfrentar este proceso y hoy tenemos esa mejor y mayor unidad posible”, señaló por su parte Guaidó en un video publicado en redes sociales.
Maduro será representado por una comitiva encabezada por Jorge Rodríguez, presidente del oficialista Parlamento y considerado hombre de confianza del mandatario, quien en su intervención lo designó “enviado plenipotenciario” de su gobierno.
El hijo del presidente, el diputado Nicolás Maduro Guerra, conocido como ‘Nicolasito’, también estará en la delegación gubernamental, anunció el mandatario.
La oposición, por su parte, contará con una delegación encabezada por el político y abogado Gerardo Blyde y fichas como los exdiputados Julio Borges -representante de Relaciones Exteriores de Guaidó-, Tomás Guanipa y Stalin González.
Este nuevo encuentro se produce después de un intento fallido en Barbados en 2019. Un año antes, hubo otro en República Dominicana dirigido por el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, también sin éxito.