Los habitantes de Estambul han constatado con sorpresa en los últimos días que el estrecho del Bósforo, que divide las partes asiática y europea de la ciudad, se ha teñido de color turquesa, lo que los científicos explican por la aparición de determinado plancton en el mar Negro
Durante el fin de semana las aguas del Bósforo, estrecho que une al mar Negro con el de Mármara, tomaron un tinte turquesa muy vivo, alarmando a los ribereños.
En las redes sociales, algunos manifestaron su temor por el eventual vertido de algo contaminante, en tanto otros sugirieron que podría ser una consecuencia del terremoto que sacudió las costas del Egeo, el lunes.
Pero para los científicos este cambio de coloración de las aguas no es un misterio: está causado por el aumento de plancton, algo que también provoca que despidan un olor más fuerte.
Ahmet Cemal Saydam, profesor de Ciencias medioambientales en la universidad de Hacettepe, explicó a la agencia privada de noticias Dogan que el cambio se debía a un aumento de la concentración de Emiliania huxleyi, una especie de fitoplancton marino muy extendida que juega un papel esencial en la regulación de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera.
El cambio de tinte del mar Negro también quedó inmortalizado en una imagen satelital de la NASA.
Según la agencia espacial estadounidense, esta coloración es “probablemente debida al aumento de un particular plancton denominado (genéricamente) cocolitóforos”, especie a la que pertenece el Emiliania huxleyi.
El plancton Emiliania huxleyi es extremadamente adaptable: este organismo unicelular susbsiste tanto en aguas ecuatoriales como en las de la región subártica.