La superestrella colombiana Shakira y los futbolistas del FC Barcelona tendrán una larga lección de cumbia pop rioplatense este viernes cuando el crack Lionel Messi y su prometida Antonella Roccuzzo festejen en Argentina su casamiento al ritmo preferido del cinco veces ganador del Balón de Oro
Con gastronomía autóctona y abundante seguridad, Messi invitó a Rosario a su círculo más querido para festejar desde las 19H00 locales (22H00 GMT) el casamiento con su novia de juventud, madre de sus hijos y compañera de sus logros en Barcelona.
Cientos de curiosos de los humildes barrios que rodean al hotel Pullman y casino City Center se agolparon a las puertas del estacionamiento por donde ingresan los famosos.
Abril, de 18 años, hincha de Rosario Central, dijo a la AFP que en cinco horas de ‘guardia’ en la puerta con su madre para ver celebridades pudo ver “a (Pablo) Zabaleta y al ‘Pocho’ Lavezzi”. “Estamos esperando a Neymar”, relató.
Mientras tanto, la actividad en el casino, con ingreso separado al hotel, era normal y los adeptos a la ruleta parecían concentrados en sus apuestas completamente ajenos al revuelo de prensa y curiosos.
En medio de una caravana policial y gran revuelo en el pequeño Aeropuerto Islas Malvinas, Shakira y Piqué llegaron de jeans y chaquetas negras. Él de lentes oscuros y ella con gorra negra descendieron del avión poco antes del mediodía y se dirigieron al lugar del gran casamiento rosarino escoltados por ocho motos.
Dicen que para terminar de barrer con los rumores sobre una supuesta enemistad con Antonella, la intérprete de “Ciega, sorda, muda” les regalará algunos temas durante el festejo.
Amigos del capitán de la selección argentina, que lo conocen “desde antes de que fuera Messi”, sostienen que “si hay algo que al Leo le re-encanta es la cumbia”, dijo a la AFP Franco Lentini.
“Shakira es amiga y mujer de su amigo Piqué, pero la música del Leo es la cumbia de acá”, comentó otra amiga de los novios cuyo casamiento es catalogado como “la boda del siglo” en los medios locales.
Compañeros del Barça como Luis Suárez y excompañeros como Cesc Fábregas y el ídolo Carles Puyol, entre otros, llegaron en jets privados el jueves a esta ciudad portuaria de 1,2 millones de habitantes, ubicada 300 km al norte de Buenos Aires.