La industria de la aviación es una de las mayores emisoras de gases de efecto invernadero, y las aerolíneas están desarrollando nuevas tecnologías más limpias, como algunas para reducir el consumo de combustible y las emisiones.
El gobierno de Dinamarca se ha marcado el ambicioso objetivo de que todos los vuelos domésticos sean ecológicos en 2030, dijo ayer sábado la primera ministra, Mette Frederiksen.
“¿Será difícil? Sí. ¿Podemos hacerlo? Sí, lo creo. Ya estamos en ello. Investigadores y empresarios de talento están trabajando en soluciones”, dijo Frederiksen en su mensaje de Año Nuevo a la nación.
“Si tenemos éxito, será un gran avance ecológico. No solo para Dinamarca, sino para todo el mundo. Si algo hemos aprendido en los últimos años sobre la gestión de grandes crisis es que nunca debemos dudar”, afirmó.
Frederiksen no dio detalles sobre cómo lograr este ambicioso objetivo, pero explicó que su gobierno estaba abierto a introducir una tasa a las emisiones de CO2, a la que se oponía antes.
La industria de la aviación es una de las mayores emisoras de gases de efecto invernadero, y las aerolíneas están desarrollando nuevas tecnologías más limpias, como algunas para reducir el consumo de combustible y las emisiones.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, en inglés), que representa a 290 aerolíneas responsables del 83% del tráfico aéreo, se comprometió en octubre a lograr las emisiones cero netas de carbono en 2050.