“Las actividades humanas son una de las principales causas del calentamiento global debido al número muy importante de gases de invernadero que emiten en la atmósfera”, señala un informe de la IPPC de agosto de 2021.
El calentamiento global producido por los gases de efecto invernadero está amenazando, cada vez más, la vida en el planeta Tierra, y los cambios climáticos que produce, como el aumento del nivel del mar, serán irreversibles hasta dentro de varios siglos o milenios.
Así lo han afirmado los científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climáticos (IPPC), que observan las consecuencias de las actividades humanas que, según ellos, son las principales causantes de los problemas que gravitan desde miles de años sobre la vida del planeta.
“Las actividades humanas son una de las principales causas del calentamiento global debido al número muy importante de gases de invernadero que emiten en la atmósfera”, señala un informe de la IPPC de agosto de 2021.
En este sentido, se afirma que el calentamiento global es un problema actual que se debe conjurar desde ahora, si no la destrucción del planeta Tierra será definitiva. Solo nos quedará luchar contra la sequía, resguardarnos de los huracanes, combatir el hambre, la pobreza y evitar la destrucción.
Asimismo, debe causar mucha preocupación que, a partir del año 2030, muy cercano ya, la mayoría de los países va a experimentar temperaturas calurosas, y esta vez se responsabiliza a los principales países contaminantes del mundo, entre ellos China, Estados Unidos e India, que son las que más dióxido de carbono (CO2) emiten a la atmósfera.
El último informe de evaluación del IPCC, emitido en 2014, afirmó cada vez es más evidente que los fenómenos extremos —como las olas de calor, las precipitaciones fuertes, las sequías y la proporción de ciclones tropicales intensos— están cambiando, y que esa evolución se debe a la influencia humana.
“La cruda realidad del cambio climático se está manifestando en tiempo real ante nuestros ojos”, dijo el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), profesor Petteri Taalas.
Según él, algunos de los cambios pueden combatirse, si se reducen de forma rápida las emisiones de gases de efecto de invernadero, pero agrega que los niveles de dióxido de carbono se mantienen en niveles si precedentes.
Sin embargo, en la lucha para conservar el medio ambiente saludable para las generaciones de hoy y mañana deben intervenir no solo los países del primer mundo, sino todos los que formamos parte de la humanidad. Cada país debe ahondar en sus legislaciones para compartir acciones con los demás.
Ante el panorama que se agrava más, es necesario que las autoridades de la OMM, que fue creada en 1947 en Ginebra, Suiza, cambien su estrategia y los 191 Estados y seis territorios que forman parte de ella se reúnan lo más pronto posible para tomar acciones que conserven la vida de sus poblaciones.
En junio de 2015, el Congreso de la OMM aprobó un plan estratégico para reducir los riesgos de desastres, ofrecer servicios climáticos para adaptar el cambio climático y el desarrollo sostenible, actividades de investigación y seguimiento en las regiones polares y de alta montaña, el fortalecimiento de los sistemas de observación e información y mayor hincapié en las actividades meteorológicas marinas, entre otras. Tienen las herramientas por lo que deben proceder inmediatamente, porque para luego será tarde.