Al menos 36 excombatientes de la disuelta guerrilla de las FARC se vieron forzados a salir de una región fronteriza de Colombia con Venezuela ante los sangrientos choques entre disidentes de ese grupo y rebeldes del ELN, denunció este jueves la Defensoría del Pueblo.
“Llamamos la atención por el desplazamiento de 36 personas excombatientes en proceso de reincorporación, quienes en el marco de esta emergencia humanitaria recibieron amenazas o lo hicieron de manera preventiva por el riesgo inminente”, declaró Carlos Camargo, jefe de la entidad que vigila los derechos humanos.
La frontera continúa en llamas, según la Defensoría, y “persiste el temor de las comunidades” por “las acciones de los grupos armados ilegales que se disputan las actividades ilícitas en la zona”.
Según su balance más reciente, 33 personas han fallecido en las últimas dos semanas, aunque no especificó si hay civiles entre las víctimas.
La fiscalía ha identificado a 20 cuerpos, entre ellos los de dos menores, dos mujeres, cuatro venezolanos y cuatro presuntos disidentes de las FARC que se marginaron del acuerdo de paz firmado en 2016 por esa guerrilla con el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos.
El organismo judicial dijo que “las víctimas recibieron disparos a corta distancia” a manos de sicarios, poniendo en entredicho la versión sobre los choques.
Camargo denunció también el desplazamiento de 170 familias en el departamento de Arauca (noreste), unas 530 personas que huyen de la guerra por las rutas del narcotráfico en la región.
Colombia, mayor productor de cocaína en el mundo, culpa a Venezuela por el rebrote de violencia en la porosa frontera de 2.200 kilómetros.
Según el presidente conservador Iván Duque, los grupos armados ilegales encontraron refugio y protección en tierras venezolanas, señalamientos que Caracas niega.
Ambos países rompieron relaciones diplomáticas poco después de la llegada de Duque al poder, en agosto de 2018.
Reconocida como la última guerrilla en Colombia tras la desmovilización de las FARC, el ELN cuenta con unos 2.500 integrantes, según el centro de estudios independiente Indepaz.
Por su parte, las disidencias de la FARC suman unos 5.200 combatientes sin mando unificado, la mayoría (85%) nuevos reclutas que nunca estuvieron en la extinta organización rebelde, según la misma fuente.