Así jugó el Real Madrid ante el Athletic Club (0-2) la final de la Supercopa de España disputada en el King Fahd International Stadium de Riad (Arabia Saudí).
COURTOIS (8): Apenas fue exigido en la primera parte, sin disparos a puerta y atento a los centros laterales para imponer su altura, pero la final le tenía guardada la oportunidad de ser protagonista con un penalti que detuvo a Raúl García con un pie. Evitó con su habitual intervención salvadora la reacción del Athletic Club y unos últimos minutos de infarto en inferioridad numérica. Antes, apenas había tenido que responder a un disparo y había sido importante a la hora de lanzar rápidos ataques con sus saques. De nuevo decisivo.
LUCAS VÁZQUEZ (7): La ausencia de Dani Carvajal por coronavirus le abrió las puertas de la titularidad en una final. Se encontró cómodo, sin exigencia defensiva en su costado y con la posibilidad de encontrar espacios para incorporarse al ataque. En alguna subida le buscó la espalda Sancet, pero va sobrado de físico para el balance defensivo. Su buen nivel permitió a Ancelotti no añorar al titular en el lateral derecho.
MILITAO (7): Llegaba a la final con la necesidad de recuperar su verdadera imagen y dejar en el olvido algún error reciente, en la fotografía en los dos goles encajados en semifinales cuando añoró la figura de David Alaba a su lado. Desde el inicio estuvo exigido en velocidad por Iñaki Williams, con quien protagonizó un bonito pulso. Respondió exhibiendo rapidez y poderío aéreo. Estuvo incluso cerca del gol con un testarazo a los 19 minutos por encima del larguero tras una mala salida de Unai Simón, que lo arrolló. Muy metido en el partido, taponó un disparo de Raúl García en una buena acción defensiva antes de ser protagonista involuntario en un cabezazo del mismo protagonista en el que cometió penalti por mano que le costó la tarjeta roja directa.
ALABA (8): Demostró por qué heredó el dorsal de Sergio Ramos y su liderazgo. El Real Madrid recuperó la estabilidad defensiva con su regreso. Jugó con molestias musculares que apenas se notaron, exigido en las transiciones del primer acto por la velocidad del Athletic Club, atento en el juego aéreo para cortar pases en largo del fútbol directo del rival y firme cuando los de Marcelino, con dos tantos en contra, se hicieron con la posesión. Protagonizó una acción en la que los rojiblancos pidieron penalti al impactar con el balón dentro de su área con un brazo que tenía sobre el césped.
MENDY (7): Es un portento físico y lo demuestra cada partido en acciones en las que mezcla velocidad y fortaleza. Así cortó un contragolpe peligroso de Berenguer cuando el partido estaba empatado sin goles. Se dejó ver en ataque desdoblando a Vinícius. En defensa fue insuperable.
CASEMIRO (6): No necesitó el Real Madrid de su labor defensiva en un encuentro cómodo, de transiciones en el primer acto y con líneas juntas en el segundo. Como es habitual, dio todo lo que tenía en una labor menos brillante, tapando espacios y realizando coberturas a sus compañeros. Se descolgó en ataque en dos acciones que le situaron cerca del gol, especialmente con un cabezazo que sacó Unai arriba.
TONI KROOS (8): Por sus botas pasó el juego del Real Madrid, activo y preciso con balón, con protagonismo en la construcción de jugadas y en las acciones a balón parado. Referente absoluto en un día en el que el equipo de Ancelotti tuvo que retocar su identidad, adelantar metros y tener más posesión. Cuando hubo opción de correr, lanzó los contragolpes con visión.
MODRIC (8): Cuando parecía exigido por los marcajes y el sistema de ayudas de los centrocampistas del Athletic Club para no dejarle aparecer, sorprendió con un derechazo con rosca imparable y derrumbó la igualdad de la final. Había intervenido menos que en otros encuentros en el juego, pero fue decisivo. Fue elegido mejor jugador de la final, futbolista eterno que vive una segunda juventud y que aumenta la calidad de la jugada cada vez que entra en contacto con el balón.
RODRYGO (8): La lesión muscular de Marco Asensio le brindó la oportunidad de jugar la final y no la desaprovechó. Enchufado desde el inicio, desde el primer balón que recibió para encarar siempre, ser vertical y pisar área rival. Comenzó buscando el primer disparo madridista e inventó la jugada del primer gol, atrayendo rivales y cediendo el balón a Modric a la frontal. Dejó el partido a los 64 minutos en el primer cambio de Carlo Ancelotti tras una gran actuación.
VINÍCIUS (6): Tardó 28 minutos en aparecer en la final en una acción de desequilibrio con dos amagues. Perdió la chispa que está teniendo en gran parte de la temporada y no tuvo ocasiones para marcar, algo impreciso por momentos y frenado con faltas cuando pudo correr en contragolpes. En un día en el que se rebajó su brillantez en la zona de peligro, realizó un gran desgaste defensivo.
BENZEMA (8): No falló a su cita con el gol ante su víctima preferida. El Real Madrid adelantó metros su presión y exigió mayor sacrificio de Benzema, que dio un paso atrás también en ataque para generar peligro. Acarició el gol en el primer acto, pero una mano de Unai Simón en una estirada lo impidió, y no perdonó en el segundo. De un disparo suyo que golpeó en un brazo separado del cuerpo de Yeray, llegó la sentencia a los 52 minutos con su cuarto gol en tres partidos esta temporada al Athletic Club, al que le ha endosado hasta 18 en todos sus duelos. Con cinco goles en la Supercopa de España, ya es el quinto máximo goleador en la historia de la competición.
FEDE VALVERDE (6): Reforzó el centro del campo del Real Madrid cuando el Athletic Club vio la final perdida. Aumentó el físico, la batalla en el centro del campo y corrió cuando tuvo oportunidad hacia arriba sin poder en esta ocasión, como en semifinales, enganchar algún balón para crear peligro.
MARCELO (s.c): Recibió el gesto de Ancelotti de entrar a la final en los cuatro últimos minutos para sumar una participación más en un título, el que le convierte en el jugador del Real Madrid con más trofeos en su historia igualado con la leyenda Paco Gento.
NACHO FERNÁNDEZ (s.c): entró en el tiempo añadido para evitar más sustos tras la acción del penalti que pudo apretar el final. EFE