En la capital iraní de más de ocho millones de habitantes, espeso tráfico y aire contaminado, unos 700 murales dan color a la urbe y sirven como medio de comunicación estatal, que adoctrinan, lanzan proclamas políticas, recuerdan quién es el enemigo.
Desde severos rostros de líderes religiosos, a retratos de “mártires” de guerra, pasando por pájaros de colores o llamativas formas geométricas, los muros de Teherán son una suerte de lienzos que decoran la ciudad, a la vez que mandan mensajes políticos y religiosos.
En la capital iraní de más de ocho millones de habitantes, espeso tráfico y aire contaminado, unos 700 murales dan color a la urbe y sirven como medio de comunicación estatal, que adoctrinan, lanzan proclamas políticas, recuerdan quién es el enemigo y dejan claro quién manda.
“La pintura mural es un arte que tiene un profundo lazo con la cultura iraní”, dijo a Efe el director de la Organización de Embellecimiento de Teherán, Reza Sayadí.
El responsable de la “belleza” de la capital explica que su objetivo es hacer la ciudad atractiva, pero también subrayar los “intereses nacionales y religiosos”, y en concreto las “personalidades religiosas importantes”.
Así, queda claro cuáles son las figuras más importantes del país por la omnipresencia de los retratos del fundador de la República Islámica, el ayatolá Ruholá Jomeiní, y del líder supremo, Ali Jameneí, en Teherán y a lo largo del país.
En muchos casos sus rostros observan desde las alturas en enormes murales, como es el caso de los retratos de los dos líderes religiosos y políticos en el edificio de 22 plantas del Ministerio de Agricultura, situado en la plaza Jihad.
Desde esa gran altura, el fallecido Jomeiní y Jameneí parecen observar a los transeúntes, como vigías.
Además de iconos religiosos, la política internacional también tiene su espacio en las paredes de Teherán.
“Es natural que las pinturas murales, como arte urbano, a veces tengan un mensaje político”, dice Sayadí.
“A veces se transmite el mensaje de amistad” y otras “es necesario recordar a la gente crímenes que se han cometido contra la nación iraní”, sostiene.
En este caso las pinturas no mienten y está claro que el autor de esos “crímenes” es Estados Unidos, con cientos de pinturas en contra de Washington, como se puede observar en la antigua embajada estadounidense de la capital.
Escenario de la “crisis de los rehenes” de 1979, cuando 52 funcionarios estadounidenses pasaron 444 días detenidos, hoy sus muros rezuman la opinión de las autoridades iraníes acerca del “Gran Satán”.
Así, en una pintada la bandera estadounidense está formada por calaveras y soldados armados y en otra la Estatua de la Libertad aparece medio destruida.
Para rematar el mensaje, en un enorme mural cercano las barras rojas de la bandera estadounidense son la estela que dejan bombas al caer con el lema “Abajo con EE.UU.” en inglés, y en farsi “No nos pondremos de acuerdo con Estados Unidos ni por un momento”.
MÁRTIRES
Otro de los motivos que decoran los muros teheraníes son imágenes de mártires, una cultura muy arraigada en el islam chií y fomentada por el sistema teocrático iraní.
En Irán, son venerados como mártires desde aquellos que murieron en combate durante la guerra con Irak (1980-1988) a los científicos nucleares supuestamente asesinados por Israel, entre muchos otros.
Un ejemplo de ello se observa en la autopista Modarres donde un “mártir” con sangre en el pecho es atendido por un imán, en un mural que ocupa una pared entera.
En un muro cercano, el enorme rostro de un periodista fallecido en un accidente de un avión militar en 2005, y considerado un mártir por ello, ocupa también todo el muro.
Pero no solo de política y religión viven las paredes teheraníes.
Las tradiciones tienen su espacio, como son los peces rojos que simbolizan la vida en las comidas de celebración del año nuevo iraní, y que se ven en muchas calles de la capital del país persa.
Las flores de colores también abundan, al igual que coloridas formas geométricas, delicadas figuras de la antigua persa o guerreros de tiempos pasados.
Sea como fuese, las paredes son un medio de comunicación estatal en el país persa.
“La pared cuando se usa para hacer pinturas murales se convierte en un medio, y un medio es útil para transmitir un mensaje”, afirma Sayadí.