Trabajadores se afanaban en limpiar las calles nevadas del centro de Ottawa, donde la policía antidisturbios protagonizó dos días de enfrentamientos con los manifestantes, para finalmente desalojarlos por completo de las afueras del Parlamento, el epicentro de la protesta.
Los últimos grandes camiones fueron remolcados hoy domingo fuera de la capital de Canadá, que estaba en calma por primera vez en tres semanas después de que una operación policial puso fin a una larga protesta de camioneros contra las regulaciones sanitarias por el covid.
Trabajadores se afanaban en limpiar las calles nevadas del centro de Ottawa, donde la policía antidisturbios protagonizó dos días de enfrentamientos con los manifestantes, para finalmente desalojarlos por completo de las afueras del Parlamento, el epicentro de la protesta.
Las autoridades indicaron que arrestaron a 190 manifestantes y remolcaron cerca de 80 vehículos, que desde el 29 de enero retumbaban sus bocinas en el corazón de esta ciudad usualmente tranquila.
“Estoy muy feliz de tener mi ciudad de vuelta”, confesó a la AFP Jeff Lindley, quien vive en el centro de Ottawa. “Está mucho mejor hoy, más calmado y callado sin la presencia inquietante de todos los camiones y manifestantes”.
Los últimos manifestantes se quedaron hasta bien entrada la noche del sábado, entonando himnos de protesta de la década de 1980 y lanzando fuegos artificiales frente a una valla de seguridad de cuatro metros de altura que se colocó apresuradamente alrededor del recinto parlamentario.
Pero la protesta devenida fiesta callejera terminó de perecer cuando una fuerte helada se apoderó de la ciudad.
Hoy domingo por la mañana, la policía vigilaba varios puntos de control que restringían el acceso a un área de unas 200 hectáreas del centro de Ottawa, mientras que un fuerte despliegue de fuerzas de seguridad ocupaba el terreno ganado a los camioneros.
Un periodista de la AFP vio un puñado de manifestantes en el área. Uno de ellos, quien se identificó como John, comentó que estaba empacando tras vagar por horas en una bandera de Canadá en mano. “Está bastante bloqueado, todo lo que veo son policías en todos lados”, contó a la AFP.
La policía de Ottawa emitió un recordatorio de prohibición de circulación en ese perímetro excepto para los residentes y trabajadores locales.
– “Un absoluto infierno” –
Las autoridades advirtieron este domingo que la operación policial “sigue en marcha”.
“Prometimos esta semana que liberaríamos nuestras calles y las devolveríamos a nuestros residentes”, declaró el jefe de la policía de Ottawa, Steve Bell, en una conferencia de prensa. “Cada hora que pasa nos acerca a ese objetivo”.
Mientras tanto, los equipos de limpieza desmontaron las últimas tiendas de campaña, los puestos de comida y otras estructuras improvisadas por los manifestantes, y quitaron montones de nieve de las calles para prepararlas para la reapertura de los negocios locales.
“La gente tiene derecho a protestar, pero al final del día después de haber expuesto tu punto de vista te vas a casa”, sostuvo Dave Chapin, quien salió por primera vez en semanas tras sentirse “acorralado”.
“Estos tipos solo se quedaron, tocando el claxon e intimidando (a los vecinos) y perturbando nuestras vidas”, agregó.
Para Chapin, “estas últimas semanas han sido un absoluto infierno”.
– Washington se prepara –
Tras ser desalojados, muchos manifestantes dijeron a la AFP que seguirían luchando por su causa.
“La protesta seguirá por siempre en mi corazón”, aseguró Nicole Craig, quien regresaba a casa la noche del sábado.
Mientras tanto, el gobierno del primer ministro Justin Trudeau enfrenta una demanda de una asociación de defensa de las libertades civiles y las críticas de sus rivales políticos por la decisión de invocar los rara vez utilizados poderes de emergencia para reprimir las protestas.
Las encuestas muestran que los canadienses, que llegaron a simpatizar en buena medida con el movimiento liderado por camioneros, ahora lo rechazan.
El llamado “Convoy de la libertad” comenzó hace casi un mes como una protesta ante la obligatoriedad de vacunarse contra el covid-19 para cruzar la frontera de Estados Unidos.
Ha ganado adeptos e inspiró protestas similares en otros países, y ahora Washington se prepara para una posible protesta de camioneros que coincida con el discurso anual del presidente Joe Biden ante el Congreso la próxima semana.
El convoy en Canadá generó bloqueos en pasos fronterizos que impactaron económicamente en ambos lados de la frontera. La policía los despejó hace una semana.
En esos operativos fueron detenidas decenas de personas, incluidos al menos tres líderes de la protesta, y fueron congelados 32 millones de dólares canadienses en donaciones y cuentas bancarias vinculadas al movimiento de los camioneros.