El equipo de fútbol de Panamá ha demostrado calidad en los últimos años y se ha colocado entre los mejores oncenos de CONCACAF, lo cual ha logrado con esfuerzos y denuedos. Y así seguirá.
La selección de Panamá tendrá que “encarar su miedo” al equipo de las barras y estrellas en el próximo partido que jugará ante el onceno de Estados Unidos. Bueno, si tiene miedo, según se afirma en un anuncio que se difunde, es mejor que se quede en Panamá y no vaya a ofrecer un espectáculo ridículo en las tierras norteamericanas.
Panamá no le ha mostrado aprensión a ningún rival al cual se ha enfrentado y ya ha dado muestras de que ganarle a Estados Unidos no es un imposible, como lo hizo en el partido celebrado en nuestra tierra, aunque ahora se las verá con ellos allá. Pero eso no significa que les tengamos miedo.
El miedo, según se explica, es una emoción desagradable que, provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales, lo que incluye al ser humano.
Así que Panamá saldrá, como siempre, con la frente en alto y jugará los tres partidos finales con la técnica que últimamente ha desplegado y que le ha dado buenos frutos. Así que eso de “encarar miedo” no es un buen argumento para promocionar cualquier situación que un panameño o equipo panameño tenga que enfrentar. Los jugadores de Estados Unidos son de carne y huesos como los de Panamá; así que no hay por qué temerles.
A veces se emplea la frase “vender cara su derrota” como si fuera una forma adecuada de presentar cualquier contienda. En realidad, no se entiende qué quieren decir con esta frase. Si ya nos consideramos derrotados, entonces ¿para qué nos vamos a presentar?
El equipo de fútbol de Panamá ha demostrado calidad en los últimos años y se ha colocado entre los mejores oncenos de CONCACAF, lo cual ha logrado con esfuerzos y denuedos. Y así seguirá.