El uso de submarinos aumentó exponencialmente la diversidad registrada de peces de los arrecifes profundos.
Los misterios de la vida submarina han sido durante mucho tiempo una fuente de inspiración para escritores, cineastas y biólogos marinos. Pero los científicos interesados en estudiar la diversidad biológica de los océanos a menudo solo pueden acceder a las profundidades limitadas que permite el buceo con tanque. Los pequeños submarinos de investigación, aunque costosos, permiten la exploración de aguas mucho más profundas.
Un nuevo artículo en coautoría de investigadores del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y el Museo Nacional de Historia Natural de los Estados Unidos (NMNH), la Universidad de Washington y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, describe la importante contribución de los submarinos al aumento de nuestros conocimientos sobre la diversidad de peces de arrecifes profundos en el Gran Caribe.
En el 2010, científicos del Smithsonian iniciaron el Proyecto de Observación de Arrecifes Profundos o DROP por sus siglas en inglés, para explorar el océano que rodea las islas caribeñas de Curazao, Bonaire, Dominica, Sint Eustatius (Statia) y Roatán, utilizando dos pequeños submarinos privados, Curasub e Idabel. Estos submarinos pueden bajar a 300 y 900 metros, respectivamente, entre dos y seis veces más profundo que un buceo técnico, y pueden permanecer a la profundidad máxima durante mucho más tiempo que los buzos técnicos que dependen de los tanques que llevan consigo.
El nuevo artículo en Frontiers in Marine Science revela que, gracias a las investigaciones de DROP en tres sitios en el Gran Caribe (Curazao, Statia, Roatán), el número de peces de arrecifes profundos registrados aumentó alrededor de 9 veces, y el número total es de dos a cuatro veces mayor que en tres sitios en los que se ha hecho muy poca o ninguna investigación con submarinos: Alligator Reef en Florida Keys, Bermuda y St. Croix.
“La investigación DROP produjo dos resultados importantes: mostró que las faunas de peces de arrecife dominadas por familias típicas de aguas poco profundas se extienden muy por debajo de la zona mesofótica, hasta unos 300 metros, y que la diversidad de peces de arrecifes profundos del Gran Caribe es al menos un tercio más grande de lo que se pensaba anteriormente”, comentó D. Ross Robertson, científico de STRI. “Estos resultados se derivan de nuestras colectas de peces utilizando los submarinos, principalmente en Curazao y Roatán”.
Si bien la tasa de descubrimiento de nuevas especies de peces de arrecifes profundos empezó a aumentar con la llegada del buceo, creció de manera exponencial con el uso de submarinos de investigación, ya que permiten inmersiones de mayor duración a cualquier profundidad con vistas panorámicas de ecosistemas poco explorados y están equipados con dispositivos para recolectar peces durante esas inmersiones.
“Cuando DROP comenzó a explorar los arrecifes profundos del Caribe utilizando submarinos, vimos muchas especies de peces que no reconocimos”, comentó Carole Baldwin, catedrática de zoología de vertebrados en el NMNH. “Ahora, después de casi una década de recolección con sumergibles en lugares como Curazao, podemos identificar casi todo lo que vemos desde las ventanas del submarino, gran parte de lo cual recolectamos, nombramos y describimos como nuevas especies”.
Sin embargo, la investigación con submarinos se encuentra en el extremo más costoso de la gama de opciones. Dependiendo de si esta cuenta con el apoyo o no de un barco de investigación, una expedición de una semana con sumergibles podría costar entre 30,000 y 200,000 dólares. En comparación, una investigación similar con un ROV (vehículo operado a distancia) de tipo industrial, pequeño, que trabaja a 300 metros y es operado desde un pequeño barco pesquero costaría alrededor de 40,000 dólares por una investigación de una semana.
Los videos submarinos remotos con cebo (BRUV) son la tecnología más barata y se pueden usar en sitios donde hay soporte para embarcaciones. Sin embargo, dado que dependen de cebos, tienden a atraer a ciertos peces sobre otros y es posible que no recopilen el mismo tipo de datos que otros métodos.
Los rebreathers de circuito cerrado (CCR) son una opción menos costosa. Permiten inmersiones con poco apoyo de embarcaciones y, debido a que los buzos tienen más flexibilidad para moverse, probablemente sean más efectivos que los submarinos para recolectar peces demersales que se mueven rápidamente. Sin embargo, están limitados por la fisiología humana a inmersiones a menos de 150 metros y requieren largos períodos de descompresión luego de breves inmersiones profundas.
Las diferencias en los descubrimientos de peces de arrecifes profundos en distintas islas sugieren en última instancia que muchas partes del Gran Caribe probablemente albergan un sinnúmero de peces de arrecifes profundos que esperan ser descubiertos, un proceso que podría acelerarse si se aumenta el uso de submarinos de investigación, tal vez en combinación con otros métodos de exploración submarina menos costosos.
La financiación del proyecto DROP proviene de fuentes internas del Smithsonian, del comité de investigación y exploración de la National Geographic Society y de la Prince Albert II of Monaco Foundation. El trabajo de campo en Roatán se realizó con fondos adicionales de la Universidad de Washington y el Burke Museum.
Desde el 2011, el proyecto DROP ha publicado 45 artículos revisados por pares, y se planean más. Estos incluyen descripciones de 7 nuevos géneros y 35 nuevas especies de peces, moluscos, crustáceos y equinodermos de arrecifes profundos, con otras aproximadamente 10 especies de peces aún por nombrar y describir.
DROP descubrió y describió una nueva zona oceánica arrecifal, la rarifótica, que conecta el mesofótico y el mar profundo. También adquirió casi diez años de datos de temperatura a lo largo de una pendiente de arrecife de 15 a 245 metros, documentó el primer registro de peces león caribeños invasores que se alimentan de una biodiversidad previamente desconocida, adquirió datos fundamentales sobre la biodiversidad de arrecifes crípticos a varias profundidades en una pendiente de arrecife tropical y desarrolló protocolos y métodos para el despliegue y recuperación de dispositivos de recolección colocados en arrecifes profundos, utilizando brazos robóticos de ROV/sumergibles.