El país cuenta con la población más grande de Águilas Harpías en Centroamérica y es la más conservada.
Hoy, 10 de abril, se celebra el Día del Águila Harpía, una especie de gran valor para nuestra nación, representante de la variada biodiversidad y de nuestra historia.
Actualmente es considerada una especie en vías de extinción, y está protegida por la leyes nacionales y con el más alto grado de protección que da la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
El Ministerio de Ambiente es la entidad rectora en materia de la conservación de la vida silvestre, por ello se encarga de impulsar acciones, planes y programas para salvaguardar especies en peligro de extinción, tal como es el caso del Águila harpía.
La gestión institucional es complementada con actividades como, actualización del marco legal para la protección del ave nacional, educación ambiental, apoyo a ONGs para continuar con el estudio y monitoreo del estado de conservación de dicha ave, cuya información es indispensable para la toma de decisiones más apropiadas para su conservación a largo plazo.
Karla Aparicio, bióloga de la Fundación Naturaleza y Ciencia 507, explicó que según los últimos censos realizados, basados en mapas de cobertura boscosa y núcleos demográficos Darién, Chagres y Palo Seco, en ese orden, poseen la mayor cantidad de Águila Harpía del país. Se calcula que la población es de 227 parejas.
La experta manifiesta que esta cantidad es aceptable, siendo Panamá un país pequeño en comparación con vecinos de Suramérica que poseen grandes extensiones boscosas.
Vulnerabilidad
Erick Núñez, jefe del departamento de Biodiversidad del Ministerio de Ambiente, informa que el ser humano es la principal amenaza de esta especie, mediante las actividades que este realiza destruye y/o deteriorando su hábitat, tales como la deforestación asociada a la producción agropecuaria, extracción de madera, caza ilegal, entre otras.
¿Dónde se ubican?
La provincia de Darién, el Parque Nacional Chagres y el Bosque Protector de Palo Seco en Bocas del Toro son los lugares que más población de Águilas Harpías concentran en todo el país. Los árboles que mayormente utilizan para su anidación están el cupido, el frijolillo y la ceiba.
Aparicio informa que los 4 primeros meses de vida son los más difíciles, debido a que inician el proceso de ejercitarse y de intentar abrir sus alas y saltar. Una caída mortal es el mayor riesgo, tomando en cuenta que los nidos se encuentran a una altura de no menor de 50 metros.
En tanto Erick Núñez, asegura que es muy raro que se den casos de tenencia ilegal de Águila harpía. “Si hemos tenido en el pasado algunos eventos de aves rescatadas, especialmente juveniles que se han caído del nido, y uno o dos individuos con lesiones por proyectiles, en cuyos casos no fue posible determinar quiénes fueron los responsables”, añadió.
Esta águila tiene pico y garras fuertes, es considerada una especie predadora, posee una gran visión, lo que les permite divisar los más mínimos movimientos de sus presas. Se alimenta de perezosos, monos, oso hormiguero, zarigüeyas otros animales menores aves como guacamayo y reptiles como iguanas y serpientes.
A nivel nacional, entidades públicas y sector privado, realizan actividades en el marco de la celebración del día del Águila Harpía, todas destinadas a educar a la población sobre la importancia de esta ave, su valor para el ambiente y reducir así sus amenazas.