El proceso constituyente nació como vía política para desarticular la ola de masivas protestas que comenzó en 2019, una crisis que dejó una treintena de fallecidos, miles de heridos y removió los cimientos de Chile, uno de los países más estables de América Latina.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, lanzó este sábado una campaña informativa de cara al plebiscito constitucional del próximo 4 de septiembre llamada “Hagamos Historia”, que contempla la difusión del contenido aprobado en el borrador de la nueva Carta Fundamental elaborado por el organismo a cargo de su redacción e información sobre el proceso de votación en cada territorio.
“Decirle a todos los habitantes de nuestra patria que son los protagonistas del Chile que estamos construyendo. Hemos decidido lanzar esta campaña de ‘Hagamos historia’ hoy día, en el Día del Patrimonio, porque el proceso constituyente también es parte del patrimonio inmaterial de todos los chilenos y chilenas, tal como lo es nuestra historia”, afirmó el jefe de Estado del país suramericano.
“Por eso, como Gobierno, vamos a cumplir con el deber que tenemos de informar a la ciudadanía cuáles son las alternativas, considerando siempre que ambas alternativas en juego, tanto Apruebo como Rechazo, son válidas, son legítimas y son ante las cuales los chilenos y chilenas se van a tener que pronunciar el próximo 4 de septiembre”, agregó desde el palacio presidencial de La Moneda en el centro de Santiago.
A la fecha, la Convención Constitucional, compuesta por 154 delegados de manera paritaria entre hombres y mujeres, además de contar con escaños reservados para pueblos indígenas, trabaja en la Armonización del texto propuesto para someterse a plebiscito y en la redacción de Normas Transitorias, mecanismos para regular las formas y plazos de la entrada en vigencia de la nueva Carta Magna.
Posteriormente, tendrán lugar las votaciones finales, que se podrían alargar hasta el 29 de junio, según el cronograma oficial, para presentar el texto a la ciudadanía el 4 de julio.
En caso de aprobarse en el plebiscito de salida, el próximo 4 de septiembre, la nueva Constitución sustituiría a la actual, heredada del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) y considerada por muchos como el origen de las grandes desigualdades del país por su corte neoliberal.
El proceso constituyente nació como vía política para desarticular la ola de masivas protestas que comenzó en 2019, una crisis que dejó una treintena de fallecidos, miles de heridos y removió los cimientos de Chile, uno de los países más estables de América Latina.