Los alcaldes de la región centroamericana que se adhirieron a la declaración de Barranquilla fueron: Carlos Martínez y Jimmy Cruz, Costa Rica; Maribel Escobar, El Salvador; Emiliano Torres, Panamá; Carmen Paz, Honduras; Alan Chepo y Alfredo Peralta, República Dominicana.
CAF -banco de desarrollo de América Latina- y el Ministerio de Turismo de República Dominicana, presentaron el evento ”El Camino hacia las Biodiverciudades” Caribe y Centroamérica, que tuvo lugar en Punta Cana, con el objetivo de compartir conocimientos, experiencias y buenas prácticas que contribuyan a consolidar un modelo de gestión urbana en armonía con la naturaleza.
Es el tercer encuentro del ciclo de iniciativas que atenderá el tópico de biodiverciudades liderado por CAF, en diferentes ciudades de América Latina y el Caribe.
Este evento reflejó la importancia de abordar el rol sostenible para la puesta en valor de ecosistemas urbanos, analizando los principales desafíos de las ciudades y promoviendo el intercambio de prácticas y experiencias que permitan aprovechar las ventajas competitivas en el sector turístico a través de un modelo de planificación territorial respetuoso con el medio ambiente.
Al término del encuentro, 7 gobiernos locales de 5 países de Centroamérica y el Caribe firmaron la Declaración de Barranquilla en la que se comprometieron a impulsar un desarrollo local sustentable, en equilibrio con la naturaleza y focalizado en la bioeconomía, siguiendo los pasos de 56 ciudades de Suramérica.
El presidente ejecutivo de CAF, Sergio Díaz-Granados, destacó durante el evento que: “Las ciudades de América Latina y el Caribe, y especialmente las ciudades turísticas, deben incorporar con mayor énfasis en sus agendas esta necesidad de pensar o promover soluciones de conservación y uso sostenible del medio ambiente y en especial de la biodiversidad. En CAF nos complace ver como esta red de Biodiverciudades sigue creciendo para instalar y trabajar sobre estos desafíos que enfrentan las ciudades para abordar un desarrollo urbano en armonía con la naturaleza”.
Por su parte, la vicepresidenta de la República Dominicana, Raquel Peña Rodríguez, agregó: “Tenemos una gran responsabilidad y el compromiso de proteger nuestros recursos naturales y los servicios ecosistémicos; debemos apreciarlos, compartirlos y disfrutarlos, pero tenemos la responsabilidad de cuidarlos para la presente generación y las venideras. Como país con una alta vulnerabilidad ante el cambio climático, hemos alzado nuestra voz, ya que comprendemos que debemos trabajar juntos por la sostenibilidad en miras para poder lograr la reservación de los ecosistemas de los cuales depende la existencia humana”.
“El Concepto BiodiverCiudad es una interesantísima iniciativa, que coloca la biodiversidad como eje principal, ajustando todos los esfuerzos y la planificación y ordenamiento territorial de nuestros países, los cuales son cada vez más populosas. Queremos hacer un reconocimiento público al Banco de desarrollo de América Latina por promover esta novedosa red de biodiversidad y por organizar espacios como este, donde podemos intercambiar experiencias exitosas y podemos compartir los desafíos que cada uno de nuestros países enfrentan”, añadió Peña Rodríguez.
Los alcaldes de la región centroamericana que se adhirieron a la declaración de Barranquilla fueron Carlos Martínez, (Nicoya, Costa Rica); Maribel Escobar, (La Palma, El Salvador); Emiliano Torres, (Bocas del Toro, Panamá); Carmen Paz, (San Nicolás, Honduras); Jimmy Cruz, (Curridabat, Costa Rica); Alan Chepo, (Río San Juan, República Dominicana); y Alfredo Peralta, (Nagua, República Dominicana).
El concepto de BiodiverCiudad nace de la necesidad de promover la conservación y uso sostenible de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos e incorporarlos en la planificación y el ordenamiento del territorio, impulsando la bioeconomía, la ciencia, la tecnología, la innovación y la economía circular con el fin de lograr un mayor bienestar de los ciudadanos y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Una BiodiverCiudad es aquella ciudad que incorpora de forma efectiva e integral la biodiversidad local y regional en su planificación, como eje e instrumento esencial de su desarrollo socioeconómico.
En Centroamérica y el Caribe gran parte de la actividad turística se genera en pueblos y ciudades costeras que están en riesgo a medida que el nivel del mar sube, la frecuencia e intensidad de inundaciones y tormentas aumenta, la acidificación de los océanos se acrecienta y las olas de calor se intensifican, por lo que se requieren intervenciones integrales que promuevan la rehabilitación de los ecosistemas costeros que pueden ser más eficientes, puesto que los eventos extremos causan menos muertos y daños materiales cuando la ciudad impactada está, por ejemplo, protegida por manglares o pantanos.
Estas son algunas de las recomendaciones que surgieron en los paneles integrados por alcaldes, alcaldesas, autoridades nacionales, representantes de instituciones de investigación y de la sociedad civil de Centroamérica y El Caribe como: Carlos Andrés Peguero, viceministro de Turismo para la Cooperación Internacional de República Dominicana; Hernando García Martínez, director general del Instituto Humboldt, Colombia; Shaney Peña, directora de Planificación y Proyectos, Ministerio de Turismo de República Dominicana; Surella Segú, directora de la Oficina de Calor Extremo de Monterrey, Arsht-Rockefeller Resilience Center; y Allison Wiggins, gerente de Proyectos Adjunta, Oficina de Gestión de Zonas Costeras, Barbados.
En el encuentro también participaron Mizoocky Mota, analista territorial II, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, República Dominicana; Elia Martínez, encargada del Departamento de Gestión de Playas, Ministerio de Turismo de República Dominicana; Ángel Cárdenas, gerente de Desarrollo Urbano y Economías Creativas de CAF; Oscar Rueda, director de la Presidencia Ejecutiva de CAF; Martina Pepén Santana, gobernadora del Ayuntamiento Municipal de Higüey, República Dominicana; Desdra Bascombe, secretaria permanente del Ministerio de Desarrollo Rural y Gobierno Local, Trinidad y Tobago; y Raquel Peña Rodríguez, vicepresidenta de la República Dominicana.
Con el propósito de seguir fortaleciendo en la conceptualización, planificación y ejecución de las Biodiverciudades en América Latina y el Caribe, el presidente ejecutivo de CAF, Sergio Díaz-Granados, y el director general del Instituto Humboldt, Hernando García Martínez, se comprometieron a potenciar esta iniciativa y otros temas relacionados con urbanismo y sostenibilidad.