La comisión creada hace un año para contabilizar el número de muertos por la invasión estadounidense a Panamá en 1989 para capturar al dictador Manuel Antonio Noriega, ha avanzado “notablemente” en sus investigaciones, indicó este jueves su presidente
“Nosotros estamos preparando una investigación muy rigurosa, muy científica con documentación que respalde el número de fallecidos y su posible identificación”, dijo a la AFP el presidente de la “Comisión 20 de diciembre de 1989”, Juan Planells.
“Todavía tenemos madres con hijos desaparecidos que no saben en que tumba llorar”, pero “la forma de sanar las heridas es precisamente descubriéndolas”, añadió.
Más de 27.000 soldados estadounidenses invadieron Panamá para derrocar a Noriega, reclamado por un tribunal de Miami bajo cargos de narcotráfico.
Oficialmente, el número de muertos durante la invasión es de 500, aunque organizaciones de derechos humanos cifran la cifra en varios miles.
El actual gobierno panameño creó por decreto esta comisión, cuyo principal objetivo es contabilizar e identificar los muertos, además de buscar la reconciliación nacional.
Según Planells, hasta el momento “no ha habido una investigación seria” de los hechos porque “hay todavía mucho contenido sentimental”.
Sin embargo, tras un año de trabajo de la comisión, “se ha avanzado notablemente” en preparar las líneas de investigación y en la revisión de documentos para “respaldar el número de fallecidos y desaparecidos con una evidencia”, añadió.
Hasta la fecha la comisión ha analizado con la Corte Suprema de Panamá 6.788 expedientes de la época, de los que se han concentrado en 130.
También examinaron 44 informes del Tribunal Electoral y un expediente de un cementerio con 124 cadáveres identificados.
Planells reconoció además que es un trabajo “difícil” ya que las autoridades de la época no dieron en muchas ocasiones certificados de defunción, no se siguieron los protocolos correspondientes y personas que conocen detalles de lo sucedido tienen “temores infundados” y prefieren guardar silencio.
“Hemos tenido testimonios desgarradores de víctimas, algunas de las cuales han guardado ese secreto por años (…) la gran mayoría de los que sufrieron la invasión es el pueblo de muy escasos recursos”, dijo posteriormente Planells durante un acto público.
Las víctimas exigen que Estados Unidos, quien se comprometió a colaborar en las investigaciones, reconozca la invasión, indemnice al país y diga dónde están las fosas comunes, aunque el gobierno panameño ha descartado por el momento plantear alguna acción legal contra Washington.