Las organizaciones convocantes reclamaron una mejora del poder adquisitivo, dado el actual contexto de subida generalizada de los precios, y una reforma de la Ley de Normas Salariales de 1996, ya que, según los sindicatos, les impide negociar aumentos de sueldo.
Unas 70.000 personas según la policía, y 80.000 según los sindicatos se manifestaron este lunes en Bruselas durante una protesta nacional convocada en Bélgica para denunciar el encarecimiento del coste de la vida y reivindicar una nueva legislación en materia salarial.
La marcha pasó por las principales arterias del centro de la capital belga, en un recorrido que fue desde la estación de trenes del Norte hasta la del Sur, y también afectó a la movilidad de la ciudad, con paros laborales convocados por los trabajadores de la compañía de transporte público, que cancelaron buses y metros.
Las organizaciones convocantes reclamaron una mejora del poder adquisitivo, dado el actual contexto de subida generalizada de los precios, y una reforma de la Ley de Normas Salariales de 1996, ya que, según los sindicatos, les impide negociar aumentos de sueldo.
“Existe una ley en Bélgica que establece un marco para las negociaciones salariales. Queremos que se revise porque no da ninguna libertad de negociación en las diferentes empresas, ni en los distintos sectores”, comentó, en declaraciones a EFE, el secretario general del sindicato mayoritario FGTB, Thierry Bodson.
La normativa vigente fija, desde 1996, un techo máximo que se revisa cada dos años y que no debe superarse a la hora de negociar las incrementos salariales, a fin de evitar que el coste de los sueldos en Bélgica sea superior que en otros países vecinos, como Francia o Alemania, y eso reste competitividad a sus empresas.
“Lo que pedimos es tener plena libertad para negociar nuestros salarios. Tenemos un sistema muy complicado que nos niega la posibilidad de negociar un aumento real de los sueldos”, apuntó a EFE el secretario general del sindicato liberal CGSLB, Olivier Valentin, también presente en la protesta.
Bélgica es, sin embargo, un país que cuenta con un mecanismo de indexación salarial automática, a fin de equiparar los sueldos con el coste de la vida, algo que, para Valentin, “es muy importante para los trabajadores” pero, a su juicio, “no es suficiente”.
Aparte de esto, los convocantes de la manifestación también instaron al Gobierno belga a mejorar el sistema de reembolsos que diseñó, tras el estallido de la guerra en Ucrania, para mitigar el impacto de la subida del precio de los carburantes.
“En Bélgica hay un millón de trabajadores que tienen que utilizar su coche todos los días. Los reembolsos son insuficientes, perdemos 100-150 euros cada mes por usar nuestro coche”, denunció Thierry Bodson, el secretario general del sindicato mayoritario FGTB, de tendencia socialista.
El dirigente apuntó a EFE que si el Gobierno belga no atiende a sus demandas en los próximos días, el sindicato estudiará, en una reunión el 29 de junio, la posibilidad de convocar una huelga general de un día en septiembre u octubre de este año.