Los países del bloque “hacen un urgente llamado al cese de toda violencia y a la liberación de todos los detenidos por razones políticas, instando al restablecimiento del orden institucional, la vigencia del Estado de derecho y la separación de poderes”, dice el texto que firmaron también Chile, Colombia y Guyana como países asociados y México.
Bolivia, presente en la cumbre como país en proceso de adhesión, no suscribió la declaración. “Convencidos que la solución a la crisis sólo podrá ser resuelta por los venezolanos, instan al Gobierno y a las fuerzas opositoras de la hermana República Bolivariana de Venezuela al diálogo, que permita una concertación política creíble”, agrega el texto.
La crisis política y social venezolana acaparó los debates en la cita de alto nivel. “Nuestros cancilleres reconocieron formalmente la ruptura del orden democrático”, aseguró poco antes el brasileño Michel Temer, quien asumió la presidencia rotativa del bloque regional.
En un comunicado de la cancillería, Caracas calificó la cumbre de Mendoza de “ilegal” y consideró “alarmante el permanente uso temerario del mecanismo de integración al servicio de una política de hostigamiento al gobierno y al pueblo de Venezuela”.