La Biblioteca del Futuro, en Oslo, sigue creciendo con el objetivo de reunir hasta 2114 un total de cien manuscritos, que sólo entonces serán imprimidos para ser leídos, en un proyecto de pensamiento a largo plazo, acto de optimismo y confianza mutua entre generaciones.
Se trata de una obra de arte conceptual de un siglo de duración creada por la artista escocesa Katie Paterson que tiene diferentes partes, explica a Efe la directora de proyecto y presidenta del Patronato de la Biblioteca del Futuro, Anne Beate Hovind.
Una parte consiste en el bosque regalado por el Ayuntamiento de Oslo a las afueras de la ciudad en el que en mayo de 2014 se plantaron mil árboles nuevos y otra parte es la “Sala del Silencio”, inaugurada el pasado 12 de junio en la Biblioteca Deichman Bjørvika de la capital noruega.
Parte de este proyecto es la invitación cada año a un autor a escribir un texto que no se editará y no se leerá hasta 2114, cuando “se imprimirá en papel hecho del bosque que hemos plantado y que está creciendo y creciendo”, precisa.
También forma parte de este trabajo artístico el ritual de la entrega del manuscrito en este bosque, en el que el autor puede “caminar sobre las huellas” de sus antecesores en el proyecto.
Hovind asegura estar muy contenta de formar parte del proceso y asegura que incluso no tiene curiosidad por el manuscrito.
“Ser parte de este ritual anual es cada vez más importante para mí, pero también para muchas otras personas, porque es realmente un acto de optimismo”, afirma, y asegura que quizás también para muchos autores la parte más importante de este proyecto es de hecho este paseo al bosque.
A Hovind no le preocupa no presenciar la culminación del proyecto en 2114 y no teme la posibilidad de que reste inacabado, porque ha decidido, según dice, “confiar en la generación que viene”.
“Si no empezamos ahora este tipo de proyecto, no habrá proyecto que cumplir. Se trata también de que la generación futura confíe en nosotros y en que realmente nos preocupamos por su futuro. Es una cuestión de confianza mutua”, afirma.
Es un “proyecto de pensamiento a largo plazo” que ya en sus primeros años “está creciendo en otra dirección”, lo que implica para los participantes “un gran proceso de aprendizaje”, agrega.
Más de 400 personas de todo el mundo se reunieron el pasado 12 de junio en el bosque para la ceremonia de entrega del manuscrito para la Biblioteca del Futuro tras dos años de pausa por la pandemia.
Por ello, en esta ocasión había tres autores invitados: la zimbabuense Tsitsi Dangarembga, autora seleccionada para 2021, el noruego Karl Ove Knausgård (2019) y el estadounidense de origen vietnamita Ocean Vuong (2020), quien no pudo acudir precisamente por dar positivo dos días antes de la ceremonia, explica Hovind.
“Este proyecto hace que el futuro sea presente para nosotros, y que nosotros seamos presentes para el futuro”, dijo Knausgård al entregar su manuscrito titulado Blindeboka” (“El libro ciego”) a Paterson y a la ciudad de Oslo y a su alcaldesa Marianne Borgen.
Dangarembga, cuyo manuscrito se titula “Narini y su burro”, dijo, por su parte: “Lo que me entusiasma de este proyecto es cómo nos lleva hoy a pensar de forma diferente de nuestro presente y cómo ese presente nos lleva a nuestro futuro”.
“Con gran tristeza no podré verles a todos en esta trascendental y humilde ceremonia, concebida como un voto de esperanza y de prudente optimismo en nuestro futuro. Resulta irónico que haya podido esquivar este virus durante la mayor parte de la pandemia hasta la reunión que más esperaba”, declaró Vuong en ausencia.
Tras el paseo por el bosque abrió oficialmente al público la “Sala del Silencio”, un espacio revestido con madera del bosque talado de donde crece ahora el nuevo bosque de la Biblioteca del Futuro.
Durante el acto los ocho primeros manuscritos fueron colocados en sus respectivos cajones sellados en la “Sala del Silencio”, para cuyo diseño Paterson ha contado con los estudios de arquitectura Lund Hagem y Atelier Oslo.
Un acuerdo firmado entre la ciudad de Oslo y el Patronato de la Biblioteca del Futuro garantiza la protección de los manuscritos, del bosque y la “Sala del Silencio” durante los próximos cien años.
Entre los autores seleccionados hasta el momento para este proyecto figuran Margaret Atwood (2014), David Mitchell, (2015), Sjón (2016), Elif Shafak (2017), Han Kang (2018), Karl Ove Knausgård (2019), Ocean Vuong (2020) y Tsitsi Dangarembga (2021).