El diálogo franco y abierto, debería resolver rápidamente el conflicto. Los grupos radicales no deben prevalecer ni aprovecharse de las protestas que deben ser atendidas adecuadamente.
El Consejo Nacional de la Empresa Privada (CoNEP), se pronunció acerca del desabastecimiento severo de alimentos e insumos médicos, la democracia, la vigencia del estado de derecho, las protestas, el radicalismo, cierre de vías y otras situaciones que “pueden destruir la posibilidad de la reactivación económica y de la búsqueda real del progreso social”.
He aquí el texto completo del pronunciamiento del CoNEP:
“El severo desabastecimiento de alimentos e insumos médicos, las pérdidas irreversibles e irreparables a la producción nacional, evidencian el panorama desolador de una crisis que, de extenderse, puede destruir la posibilidad de la reactivación económica y de la búsqueda real del progreso social.
El Consejo Nacional de la Empresa Privada, luchará por la vigencia y fortalecimiento del Estado de derecho y la democracia y promoverá la unidad de todo el sector privado para garantizar que nuestra voz sea más vigorosa, que las instituciones funcionen adecuadamente y que la transparencia sea una razón de Estado.
Cualquier protesta, debe tener por objetivo mejorar al país y no destruir las condiciones que permitan que éste se desarrolle. Un problema no se soluciona con problemas más graves.
Hemos señalado que los cierres de calle están afectando sensiblemente la calidad de vida de la población y en algunos casos extremos, han puesto en peligro la salud de las personas que han perdido citas y tratamientos médicos.
El diálogo franco y abierto, debería resolver rápidamente el conflicto. Los grupos radicales no deben prevalecer ni aprovecharse de las protestas que deben ser atendidas adecuadamente.
Los panameños debemos tener la capacidad de resolver serenamente nuestras diferencias.
Tiene que existir la certeza que los acuerdos a los que se lleguen, se cumplirán. No es aceptable que existan grupos que pretendan mantener la zozobra.
Sin lugar a duda, la corrupción, el nepotismo y el uso irracional de fondos públicos, son prácticas que deben ser erradicadas. La transparencia debe ser mucho más que una palabra.
El Gobierno tiene que dar pasos concretos y determinantes que definan un cambio de rumbo en la gestión. La probidad debe imperar sin atenuantes.
Por otro lado, tenemos que exigir el cese inmediato del cierre de las vías y el restablecimiento del orden público. Lo dramático, es que, en algunos lugares, la delincuencia se ha apoderado de las calles, aprovechándose de las protestas, con lo cual se afecta la convivencia pacífica en nuestra sociedad.
Condenamos a los grupos que, aprovechándose de los reclamos expresados por la
ciudadanía, pretenden imponer su agenda política, la cual está marcada por el odio de clases y el irrespeto a los valores de la democracia, lo cual no es el sentir de la mayoría de quienes protestan.
Detener este tenebroso camino a la anarquía es urgente y para ello se requiere carácter y espíritu de entendimiento. Es importante que la población medite sobre esto.
No permitamos que los radicalismos nos lleven a un punto de no retorno. Entendernos debe ser nuestro destino.