Desde su fundación el Sevilla ha sido administrado por sevillistas siguiendo las directrices de sus socios que son personas de Sevilla, en su mayoría.
Recién regreso de un viaje por la bella España, la Madre Patria, país que cada día es más bello y precioso, a pesar de los problemas existentes, sean éstos económicos, sociales o políticos. A toda Latinoamérica le importa lo que sucede en España, ya que este país a lo largo del tiempo, y en especial en estos dos últimos dos siglos, ha beneficiado a nuestro continente, ya sea vía las inversiones realizadas por empresas españolas o por la ayuda que ésta provee de Estado a Estado.
A lo largo de mi vida de banquero, empresario y documentador de historias de éxito, he visto como el deporte es una de las industrias que crea riqueza en el mundo. Queda más que claro que existen segmentos de la población donde triunfan múltiples disciplinas deportivas, y en el proceso acumulando riqueza personal y familiar sudando camisetas deportivas, eventualmente ayudando a sus familias enteras y sus comunidades. El fútbol es uno de esos deportes que ha creado una enorme riqueza en todo el mundo, beneficiando a miles y miles de personas que dependen del bienestar y éxito de este deporte.
Escribo esto porque estando en la bella Sevilla tuve la oportunidad de encontrarme con muchísimos amigos, lideres empresariales de esta espectacular cuidad, que me expresaron una enorme preocupación que tienen de que uno de los dos principales equipos de fútbol de la cuidad, el Sevilla, se vaya al precipicio de forma violenta estando en estos momentos en la cumbre de la gloria futbolística Europea.
Fundado en 1890, el Sevilla es el Club de Fútbol más antiguo de los que componen La Liga de España, quizás la más competitiva de todas las ligas de Europa. Sin tener los recursos de los tres grandes equipos de España, el Real Madrid, Barça y Atlético de Madrid, el Sevilla compite año tras año por el liderazgo de la Liga, la Copa del Rey y la Champions.
En el campo, el Sevilla del siglo XXI lleva 18 de 19 temporadas consecutivas clasificando para las competiciones europeas, pues 9 veces obtuvo plaza en la Champions y otras 9 en la Europa League, competición de la que es Rey absoluto al haberla conquistado 6 veces en 15 años. En las tres últimas ligas ha acabado cuarto clasificado, peleando hasta el final por el título y consiguiendo tres clasificaciones Champions consecutivas, algo inédito hasta la fecha.
Todo esto mientras el Sevilla mantiene extraordinarias reservas financieras, lo cual hace que la capitalización del Club exceda los 400 millones de Euros. Teniendo mínimas deudas, eso hace que el Sevilla sea considerado uno de los Clubes de Fútbol más sólidos del mundo. Lo más interesante de todo es que detrás del Sevilla están miles de pequeños accionistas que se pasan acciones de generación en generación. Otros grandes clubes de fútbol europeos tienen un solo dueño, como es el caso de Juventus, Inter, Liverpool, Manchester City o PSG, por nombrar unos.
Aquí lo que preocupa a la mayoría de los sevillistas.
Desde su fundación el Sevilla ha sido administrado por sevillistas siguiendo las directrices de sus socios que son personas de Sevilla, en su mayoría.
Se dice a voces abiertas que existe una guerra a muerte entre los máximos accionistas del Club. Parece que esta guerra tiene años de existir. De un lado, están quienes dirigen el club desde 2014 encadenando un éxito tras otro (cuatro Europa Leagues, seis clasificaciones para la Champions League), bajo el liderazgo de Pepe Castro, presidente.
Castro es la cabeza visible de las familias Castro, Guijarro, Alés y Carrión. Del otro lado esta, José María del Nido, expresidente del club, que se ha aliado con el fondo inversor norteamericano 777 Partners, de Estados Unidos.
Se reconoce públicamente que José María del Nido mucho tuvo que ver en el exitoso devenir del club en el siglo XXI. Del Nido tuvo que ceder su posición como líder del Sevilla cuando la justicia española lo acusó por una serie de delitos económicos como abogado del Ayuntamiento de Marbella que empañaron de alguna manera su imagen, íntegra hasta antes del juicio en el que salió declarado culpable, así como la del Sevilla. José María del Nido cumplió su condena y ahora ha hecho pública su intención de volver a dirigir los destinos del Sevilla, reforzado de su estatus accionarial en alianza con el fondo inversor 777 Partners.
La preocupación que me expresaron mis amigos sevillistas es que esta guerra de poder accionarial amenaza constantemente la estabilidad del gobierno del club.
Se dice que originalmente 777 Partners llegó al Sevilla FC hace ahora unos 4 años. Se presentaron como representantes de un grupo inversor que venía a hacer crecer al Sevilla FC aliándose con los actuales dirigentes. Aparentemente hubo un gran pleito entre la dirigencia de Pepe Castro y el Fondo sobre el futuro del Club, lo cual culminó en que el representante de 777 Partners fuera expulsado del consejo de administración. En el proceso se dice que numerosas familias sevillistas firmaron un acuerdo para que el Sevilla no fuera gobernado por capital extranjero. Obviamente esta acción separó todavía más a la Administración de Pepe Castro de 777 Partners.
Cuando José María del Nido trata de volver a ser el Linder máximo del Sevilla y encuentra oposición de los actuales dirigentes, entonces éste une esfuerzos con 777 Partners. Esta lamentable guerra accionaria ha conducido a costosas y lamentables batallas judiciales.
El miedo que existe en Sevilla es que se rompa el balance accionarial de pequeños accionistas, agrupados en la Asociación Sevillistas Unidos. El porcentaje de acciones de estos no es grande, pero hasta ahora sí suficiente como para inclinar la balanza hacia un lado u otro. De romperse el balance accionarial, es claro que una gerencia que ha sido capaz de manejar el Sevilla de forma extraordinaria sea reemplazada por una de acciones posibles desconocidas.
El panorama del Sevilla FC es brillante en lo deportivo; volverá a jugar la Champions por tercer año consecutivo vía clasificación por la Liga (cuarto puesto conseguido por tercera vez seguida). En lo financiero el Club está financieramente saludable cuando hay grandes clubes con el Barcelona que están muy mal.
Por lo que sentí de mis vivencias en Sevilla, es que Pepe Castro goza de un enorme prestigio y admiración, que va desde los taxistas, porteros, meseros, aficionados, políticos, así como la clase empresarial que conozco.
Como estudioso de empresas, organizaciones y clubes de alto desempeño, me queda más que claro que el éxito se logra con tenacidad, trabajo, excelente estrategia y ejecución de esta por una gran organización que tiene metas claras. Esto conlleva al éxito eterno, demostrado por el Sevilla en el campo deportivo como empresarial y financiero. Eso sí, las metas y los objetivos se logran cuando los dirigentes actuales gobiernan con tranquilidad.