“Con aguda perplejidad, hemos visto que el diálogo avanza a la velocidad del pensamiento único. Un sector lo convirtió en teatro de planteamientos políticos que insulta y ultraja a quienes generan empleo y promueven el desarrollo”.
El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CoNEP), Rubén M. Castillo Gill, remitió una “Carta Abierta” al arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, representante de la Iglesia Católica en la Mesa Única del Diálogo por Panamá, en calidad de facilitador, “apelando a su buena fe y al elemental principio de equidad que debe animar cualquier proceso de entendimiento entre seres humanos”.
Reproducimos tan importante documento, cuyo contenido es de trascendencia presente y futura, para el sector productivo, excluido del diálogo en mención, y para el país en general:
“Su Excelencia Reverendísima
Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, O.S.A Arzobispo Metropolitano de Panamá
E. S. D.
Respetado Señor Arzobispo:
El Consejo Nacional de la Empresa Privada nuevamente se dirige a usted apelando a su buena fe y al elemental principio de equidad que debe animar cualquier proceso de entendimiento entre seres humanos.
Hacemos referencia en primera instancia al hecho que fue el CoNEP quien el pasado lunes 11 de julio de 2022, en nota de prensa emitida al país, realizó un llamado a “promover de manera inmediata un gran diálogo nacional”.
Una vez escuchada esta solicitud e implementada la misma, usted nos indicó que el sector productivo no sería excluido del diálogo, ya que se integraría al mismo en la fase 2.
De igual forma en la comunicación enviada por usted a la empresa privada y demás actores de la sociedad, el pasado martes 19 de julio, estableció que la primera fase sería una “preparatoria” en la cual los grupos Alianza Pueblo Unido por la Vida, ANADEPO y los grupos organizados en la comarca Ngäbe-Buglé, pudieran establecer una agenda conjunta la cual sería presentada al ejecutivo.
Con aguda perplejidad, hemos visto que el diálogo avanza a la velocidad del pensamiento único.
Un sector lo convirtió en teatro de planteamientos políticos que insulta y ultraja a quienes generan empleo y promueven el desarrollo.
Lo lamentable y ominoso, es que la llamada “metodología”, no garantiza la posibilidad de que se pueda contradecir ese festín de irracionalidades y frases banales.
La llamada fase 2 es un peligroso espejismo, ya que se han arribado a acuerdos que se van implementando ante la mirada de sorpresa de todos.
Esa fase, que según usted no se sabe cuándo ocurrirá ni su metodología, es la hoja de parra de un proceso inaceptable, toda vez que se han tomado decisiones que influyen en sectores que están ausentes.
La práctica de señalar que unos son buenos y otros malos, constituye una grosera falsificación de la realidad.
Es absurdo que se proyecte la pérfida idea de que cierto tipo de personas debe quemarse en el infierno y otros ni siquiera tienen pecados que expiar.
Esa filosofía totalitaria, que siempre generaliza, se ha tomado el espacio de discusión sin posibilidad de que se escuche la voz de los otros.
Panamá necesita verdaderas soluciones y un auténtico acto de contrición de todos; principalmente de las autoridades que deben realizar profundas rectificaciones en lo que respecta a la lucha contra la corrupción y a la promoción efectiva del Estado austero.
Es obvio que, en las condiciones descritas, lo que se acuerde no será legitimo ni aceptable.
Micro, pequeñas y medianas empresas que trabajaron incansablemente por proveer los alimentos a todos los ciudadanos de este país durante el difícil periodo de la pandemia, pueden ver arruinados los esfuerzos de toda una vida, por la tozudez de un proceso que es un delirante monólogo.
Lamentamos profundamente el curso de las cosas. Parece que la fase 2 será una especie de fase terminal para muchos.
Esperamos que usted entienda nuestra posición basada en principios y en las necesidades del futuro del país.
Atentamente,
Rubén Castillo Gill
Presidente”