¿Cómo ayudar a mejorar la calidad educativa? American University y CIEDU presentan los resultados del estudio “Diagnóstico del Perfeccionamiento Docente de Panamá”.
Un estudio diagnóstico que tuvo como objetivo conocer el estado actual y las oportunidades de mejora del Desarrollo Profesional Continuo (DPC) de los docentes en Panamá, realizaron American University, a través de su Facultad de Educación, en colaboración con el Centro de Investigación Educativa de Panamá (CIEDU).
El estudio “Diagnóstico de Perfeccionamiento Docente de Panamá” busca impulsar la mejora continua del sistema de Desarrollo Profesional docente panameño, así como también informar a tomadores de decisiones en la creación y puesta en marcha de un posible Instituto de Perfeccionamiento y Bienestar del Educador, Proyecto de Ley presentado por el MEDUCA a la Asamblea (622), con el fin de contribuir a la implementación de las políticas públicas relevantes en forma estable y de largo plazo.
Para llevar a cabo este estudio, se recopilaron datos por medio de una encuesta enviada a todos los docentes del sistema oficial, en alianza con el Ministerio de Educación (MEDUCA); entrevistas individuales y grupales; así como revisión de la literatura y levantamiento de datos documentales a lo largo de los años 2020 y 2021. Se utilizó un análisis de tipo mixto, con datos cuantitativos y cualitativos.
Hallazgos
Los hallazgos preliminares destacan varias áreas de necesidad de mejora, incluida una mayor inversión en capacitación centrada en el conocimiento a profundidad del contenido que enseñan los docentes y las técnicas apropiadas para enseñar dicho contenido en específico.
La oferta actual de desarrollo profesional se encuentra enfocada principalmente en estrategias generales de enseñanza, y dado el contexto pandémico, también hacia la tecnología. Sin embargo, existe una baja proporción de desarrollo profesional centrado en el contenido.
Dentro de los cursos ofrecidos, la mayoría se enfocan en contenidos pedagógicos (es decir, habilidades socioemocionales y conocimientos de enseñanza en general); en lugar de centrarse en el conocimiento del contenido (es decir, reforzando o mejorando el conocimiento de los profesores sobre el campo de la materia o su didáctica específica).
De las 649 formaciones virtuales de profesores que figuraban en la Web de EducaPanama en el 2020, por ejemplo, se encontró que únicamente el 27% (178 de 649) se centraban en el conocimiento del contenido.
El consenso en el campo de la investigación educativa es que el Desarrollo Profesional Continuo debería incluir tanto la formación en conocimientos pedagógicos como en los contenidos.
Algunos especialistas incluso consideran el contenido como la característica de DP más poderosa, ya que se ha asociado con un mayor aprendizaje de los estudiantes (Desimone, 2009; Kennedy, 1998).
También existe la necesidad de prácticas de formación que estén más en consonancia con la literatura sobre formación docente efectiva, como la formación sostenida y continua, o que se lleve a cabo durante un tiempo prolongado, como varias semanas, meses o incluso un año escolar completo.
Tanto los maestros como los proveedores de Desarrollo Profesional expresaron la necesidad de tiempo adicional en la capacitación que les permita pensar en cómo podrían aplicar los conceptos aprendidos en sus respectivas aulas. Los participantes revelaron que el tiempo en el que actualmente se lleva a cabo el Desarrollo Profesional Continuo: 1) reduce el tiempo de vacaciones de los maestros, 2) es demasiado corto, y 3) podría administrarse mejor.
El seguimiento, en forma de coaching, debe ocurrir después de cada sesión de capacitación ofrecida durante un período prolongado de tiempo que permita a los maestros suficiente tiempo de práctica con apoyo para sentirse más seguros de cómo están aplicando lo que han aprendido.
Es más probable que los docentes que reciben coaching implementen nuevas prácticas de enseñanza y lo hagan de manera apropiada, en comparación con docentes que participan en desarrollo profesional sin coaching (Darling-Hammond et al, 2017). Sin embargo, hay limitada preferencia por este estilo de perfeccionamiento. Hay poca experiencia previa en el sistema con este formato, pero los docentes que comentaron al respecto resaltaron una marcada diferenciación entre la supervisión evaluativa y el coaching de apoyo.
Los participantes percibieron que en los últimos años se ha producido una mejora en el desarrollo profesional ofrecido debido a la inclusión de algunos temas nuevos que hacen mucho más interesantes las capacitaciones, como innovación, tecnología y necesidades especiales y habilidades de inclusión.
Existe la percepción de que en el pasado en reiteradas ocasiones se ofrecían los mismos temas repetidos año tras año, mientras que últimamente el contenido se ha actualizado, incluido el programa Aprendamos Todos a Leer para primero y segundo grado, que también fue elogiado por los recursos incluidos.
Otro punto a destacar es que los participantes insistieron en que el desarrollo profesional actual se encuentra desconectado de las necesidades específicas de las escuelas, lo que impide el seguimiento, el compromiso y la implementación de lo aprendido.
Dado que este estudio se llevó a cabo durante la pandemia, se prestó especial atención a los temas relacionados con la tecnología. Se ha mencionado que la pandemia ha revelado una falta de desarrollo profesional previa necesaria relacionada con la tecnología, sin embargo, la entrevista a docentes arrojó que la mayoría de los participantes (87%) se sentían seguros enseñando en línea a inicios del año escolar 2021.
Las entrevistas también demostraron que existen grandes diferencias en cuanto al nivel de conocimiento tecnológico e integración docente. Estas revelaron también actitudes y creencias existentes, como el miedo o la aversión a la tecnología, que han demostrado ser una de las barreras más fuertes que impiden que los docentes utilicen la tecnología.
Un punto importante a destacar dentro del estudio, es que los hallazgos revelaron muy poco en términos de cumplimiento en el Desarrollo Profesional Continuo, puesto que la participación obligatoria parece conllevar poco cumplimiento, pero estar más bien ligada a un sistema basado en puntos al que algunos proveedores de desarrollo profesional y docentes se refirieron de manera un tanto negativa.
También, dentro de los desafíos mencionados por los entrevistados relacionados con la accesibilidad al Desarrollo Profesional Continuo, señalaron dificultades relacionadas con los viajes, el acceso a la tecnología, los problemas de conectividad y la disponibilidad de capacitación en temas específicos de interés. Existieron pocas propuestas para ayudar a aliviar las dificultades asociadas con el acceso al desarrollo profesional continuo para docentes en áreas desfavorecidas.
Recomendaciones
Nuestro sistema debería realizar una revisión de los temas tratados en el Desarrollo Profesional Continuo existente, así como una evaluación de impacto. Además de llevarse a cabo una evaluación más detallada del conocimiento pedagógico actual, y las necesidades de formación de los docentes en esta área, seguida de una campaña para concienciar sobre las lagunas existentes y el valor de los conocimientos y habilidades que deben desarrollarse.
El seguimiento sostenido, una vez finalizada la formación, también debería ser un requisito para los proveedores que ofrecen un Desarrollo Profesional Continuo. El seguimiento, en forma de coaching, debe ocurrir después de cada sesión de capacitación ofrecida durante un período prolongado de tiempo que permita a los maestros suficiente tiempo de práctica con apoyo para sentirse más seguros de cómo están aplicando lo que han aprendido, antes de que se les deje continuar los suyos. Durante este período de seguimiento, los maestros deben participar en una práctica reflexiva facilitada y recibir comentarios de apoyo.