La institución privada norteamericana, cuyos expertos analizan diversos factores de la invasión rusa de Ucrania, asegura que ha tenido acceso a una publicación del Gobierno de Moscú, ahora eliminada, en la que se habla de este programa de adopción de menores ucranianos.
Las autoridades de Rusia han trasladado a su país a más de 1.000 niños ucranianos para su adopción por parte de familias rusas, según un informe del estadounidense Instituto de Estudios de la Guerra (ISW).
La institución privada norteamericana, cuyos expertos analizan diversos factores de la invasión rusa de Ucrania, asegura que ha tenido acceso a una publicación del Gobierno de Moscú, ahora eliminada, en la que se habla de este programa de adopción de menores ucranianos.
La publicación pertenece, según el ISW, a los servicios de administración de la infancia de la región rusa de Krasnodar, según la cual las autoridades rusas han trasladado a más de 1.000 menores desde Mariúpol, en Ucrania, a ciudades del país vecino como Tyumen, Irkutsk, Kemerov y Altay Krai, donde las familias rusas los adoptaron.
Mariúpol, ciudad portuaria en el mar de Azov, fue tomada por los rusos tras un asedio que duró meses y provocó en la zona una grave crisis humanitaria.
Según la administración de Krasnodar, más de 300 niños aún esperan “conocer a sus nuevas familias” en Rusia, cita el grupo de expertos, quien afirma que los ciudadanos que decidan adoptar a estos niños recibirán un bono único económico por parte del estado.
Por otra parte y según el ISW, la dirección principal de Inteligencia de Ucrania (GUR) informó de que funcionarios rusos transfirieron a 30 niños desde las poblaciones de Khartsyzk, Ilovaysk y Zuhres, en la región ucraniana de Donetsk, a la ciudad rusa de Nizhny Novgorod con el pretexto de que los niños participaran en programas de capacitación educativa para jóvenes.
El traslado forzoso de niños de un grupo a otro “con la intención de destruir, total o parcialmente, un grupo nacional, étnico, racial o religioso” es una violación de la Convención para la Prevención del Delito de Genocidio, recuerda el ISW.