Medio millón de personas que viven en la costa atlántica de Canadá están sin electricidad, tras el paso del huracán Fiona por la provincia de Nueva Escocia a primeras horas de la mañana del sábado.
Fiona, que tras tocar tierra en la zona oriental de Nueva Escocia se ha convertido en una tormenta postropical, avanza en estos momentos con vientos de 130 kilómetros por hora en el golfo de San Lorenzo, al oeste de la isla de Terranova, en dirección hacia Groenlandia.
La tormenta, que el Servicio Meteorológico de Canadá dijo que tenía proporciones “históricas” en el este del país, está afectando las provincias de Nueva Escocia, Isla del Príncipe Eduardo, Nueva Brunswick, Quebec y Terranova y Labrador.
La localidad de Port aux Basques, en la costa suroeste de Terranova, ha declarado el estado de emergencia y numerosas casas han sido destruidas y arrastradas por las aguas del Atlántico.
El alcalde de la localidad, donde viven unas 4.000 personas, Brian Button, declaró a la radiotelevisión pública canadiense, CBC, que la “devastación es total” y ha ordenado la evacuación de todos los habitantes.
En Nueva Escocia los vientos han alcanzado entre 90 y 120 kilómetros por hora aunque en algunos puntos se registraron rachas de hasta 161 kilómetros por hora.
En la isla de Cape Breton, en el norte de Nueva Escocia, las autoridades municipales han declarado el estado de emergencia y han informado que, aunque nadie ha resultado herido, algunas estructuras han resultado dañadas por la tormenta.
El Servicio Meteorológico de Canadá advirtió el viernes que Fiona provocaría fuertes lluvias y una marejada ciclónica que inundará la zona costera de las regiones afectadas.