Según la directora de ARAP, Flor Torrijos, Panamá tiene mejores condiciones, tanto de agua prístina, como de hub logístico por lo que esta actividad, manejada de manera sostenible, se puede convertir en motor de desarrollo económico, sostenible e inclusivo.
Con una asistencia de más de 11 mil 250 personas y superando las expectativas culminó la Primera Expo Acuario Panamá 2022, que tuvo lugar del 23 al 25 de septiembre en el Palacio Municipal de Panamá y que fue organizado por la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), en conjunto con la Asociación Panameña de Acuariofilia Marina (APAMAR), el Consejo Municipal y la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP).
Los tres días de feria sirvieron para que niños, jóvenes, estudiantes, adultos y turistas vivieran la gran experiencia de disfrutar de esta exposición, la primera en su clase, donde eran exhibidos peces de agua dulce y agua salada como guppys, pez payaso y beta, además de corales vivos, que con sus vistosos colores despertaban la curiosidad de todos los asistentes, como también ocurrió con el Pez León que en forma didáctica se explicó que es una especie depredadora del medio marino.
La administradora general de la ARAP, Flor Torrijos dijo que Expo Acuario ha sorprendido a todos por la numerosa participación que hubo, donde la fila que se formaba le daba la vuelta al Palacio Municipal, y los 2 mil peces que habían para repartir se acabaron, por lo que esta experiencia es una muestra de que para el otro año el evento debe ser más grande para que más personas disfruten de esta afición por los peces de acuario.
La funcionaria agradeció a todos los asistentes en especial al pueblo panameño que acudió al llamado del evento, el cual estaba previsto clausurarse a las 8:00 de la noche pero debido a la numerosa concurrencia se tuvo que extender una hora más para que todos tuvieran la oportunidad de visitar la exposición de peces multicolores y llamativos.
Aseguró que Panamá tiene mejores condiciones, tanto de agua prístina, como de hub logístico por lo que esta actividad, manejada de manera sostenible, se puede convertir en motor de desarrollo económico, sostenible e inclusivo que genera divisas para el país, considerando que la producción nacional de peces ornamentales es un negocio con perspectivas de crecimiento económico y social.