“Al menos diez países europeos han expresado claramente su apreciación positiva de la iniciativa de autonomía”, dijo Bourita en una rueda de prensa, celebrada al final de su entrevista con su homólogo luxemburgués, Jean Asselborn, actualmente de visita de trabajo en el Reino.
El ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, destacó, ayer martes en Rabat, “la dinámica cuantitativa y cualitativa” que existe hoy en Europa sobre el plan de autonomía, presentado en 2007 por Marruecos, para resolver el diferendo artificial sobre el Sáhara marroquí.
“Al menos diez países europeos han expresado claramente su apreciación positiva de la iniciativa de autonomía”, dijo Bourita en una rueda de prensa, celebrada al final de su entrevista con su homólogo luxemburgués, Jean Asselborn, actualmente de visita de trabajo en el Reino.
Bourita citó como ejemplos Portugal, España, Francia, Luxemburgo, Países Bajos, Alemania, Chipre, Rumanía, Hungría y Serbia.
Esta dinámica en torno al plan de autonomía también se observa en otras regiones del mundo. El ministro recordó a este respecto “el apoyo fuerte, visible y constante” de muchos países árabes y africanos, y el de Estados Unidos, cuya posición constituye “un punto de inflexión en esta cuestión”.
Bourita afirmó que esta dinámica, fruto de la visión y la implicación de SM el Rey Mohammed VI, es importante a tres niveles.
Es importante, en primer lugar, porque Europa es una voz escuchada, es legalista y no reacciona emocionalmente, sino que sigue una evolución bien pensada, que se ha observado en varios países, dijo.
En segundo lugar, porque “Europa está cerca del diferendo regional. Conoce su génesis, su coste y la importancia de una solución pragmática y realista”, prosiguió Bourita.
Esta dinámica también es importante porque ayuda a los esfuerzos de las Naciones Unidas, y a los del Enviado Personal del secretario general, Staffan De Mistura, para permitir que el Consejo de Seguridad pueda llamar a una solución realista y realizable, basada en el compromiso.
“Este impulso en torno a la iniciativa de autonomía marroquí puede ser, por tanto, el preludio de una acción a nivel internacional para que podamos encontrar por fin una solución definitiva a este diferendo regional, en el pleno respeto de la soberanía territorial y la unidad nacional del Reino de Marruecos”, concluyó Bourita.
Las entrevistas entre Bourita y su homólogo luxemburgués fueron seguidas por la publicación de un comunicado conjunto en el que Luxemburgo considera el plan de autonomía presentado en 2007 como “un esfuerzo serio y creíble” por Marruecos y “una buena base” para una solución aceptada por las partes.