El paro cardíaco es una interrupción repentina, inesperada y potencialmente reversible de la respiración y la circulación sanguínea espontáneas.
La supervivencia de una persona que sufre un paro cardiorrespiratorio depende en gran medida de que en los primeros minutos alguien inicie maniobras de reanimación, por lo que el Departamento de Salud anima a la ciudadanía a comenzar con las presiones en el tórax antes de que llegue la ambulancia: “Si no haces nada, es un muerto”.
Así se expresa Silvia Solà, una doctora del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) que, con motivo del Día Europeo de la Reanimación Cardiopulmonar que se celebra este domingo, anima a todo el mundo a actuar con celeridad antes de la llegada de los médicos.
Según ha informado el Departamento de Salud, en más del 70% de las alertas recibidas por el SEM en 2021 por paro cardiorrespiratorio había testigos, pero solo en un 43% de los casos hicieron maniobras de reanimación previas a la llegada de los profesionales sanitarios.
El paro cardíaco es una interrupción repentina, inesperada y potencialmente reversible de la respiración y la circulación sanguínea espontáneas, habitualmente originada por una arritmia o trastorno del ritmo cardíaco y, en muchos casos, las personas afectadas no presentan ningún síntoma previo.
Ante una persona que no responde a estímulos y no respira, Salud ha remarcado que es necesario alertar al 112 e iniciar compresiones torácicas, así como pedir a alguien que vaya en busca de un Desfibrilador Externo Automático (DEA) para comprobar si el individuo es susceptible a recibir una descarga.
El inicio precoz de las maniobras de reanimación y la aplicación del DEA han demostrado una mejora de la supervivencia.
“Si no haces nada, es un muerto seguro, entonces… ¿qué tienes que perder?”, ha destacado la doctora Solà, que cree que es “muy importante que todo el mundo tenga una formación en soporte vital básico, porque salva vidas”.
Esta doctora del SEM participó el pasado enero en la reanimación de un técnico de ambulancia, Jorge Pizarro, que sufrió un paro cardiorrespiratorio y que sobrevivió gracias a la rápida actuación de sus compañeros, que le practicaron en seguida maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).
“He vuelto a nacer; estar con mis hijos, con mi mujer y con mis compañeros no tiene precio”, ha destacado Pizarro, que ha pedido que cualquier ciudadano que se encuentre en una situación parecida no dude en practicar presiones torácicas desde el minuto cero.
“Que no tengan miedo, para nada, que unas costillas valen una vida”, ha expresado Pizarro.
Durante 2021, el SEM practicó 2.912 asistencias por paro cardiorrespiratorio y el porcentaje de recuperadas fue del 25% en Cataluña.