Con fecha 18 de diciembre de 1930, se promulgó la ley 69, que dispone la conmemoración del Dia de las Madres el 8 de diciembre. Así, a partir de 1931, se trasladó de fecha (antes era 11 de mayo).
A dos años de conmemorar el centenario de una fecha como esta, es oportuno resaltar su origen. Fue el Club Rotario de Panama, que un día, como el 11 de mayo de 1924, celebró por primera vez el “Dia de las Madres.”En nuestra América se popularizaba el mes de mayo. Es asi como en aquella fecha en los albores de la república, se inició la celebración de este importante acontecimiento en la vida social, cultural y política de la reciente nación.
Fecha que fue reconocida oficialmente por el entonces presidente de la República Belisario Porras, que, a través de un decreto la oficializó. Y asi se mantuvo hasta el año 1930.
En 1930, un grupo de distinguidas damas dirigió una carta de solicitud a la primera dama de la República, doña Hercilia de Arosemena, esposa del presidente Florencio Harmodio Arosemena, solicitando que la conmemoración fuera trasladada al 8 de diciembre.
Según registran algunos documentos de la fecha, dicha solicitud tuvo sus oposiciones en la Honorable Asamblea de Diputados, ya que algunos estimaban que la fecha podría hacer tránsito a una celebración religiosa. Sin embargo, con fecha 18 de diciembre de 1930, se promulgó la ley 69, que dispone la conmemoración del Dia de las Madres el 8 de diciembre. Así, a partir de 1931, se trasladó de fecha.
Conmemorar en el día en que la iglesia católica celebra la Inmaculada Concepción, desde el mundo cristiano es un reconocimiento a aquella mujer que desde su divinidad se hizo humana para compartir este don. Quizás para los no católicos el razonamiento del día tenga otras explicaciones, que no es mi interés en este artículo discutirlos, convencerlos, ni comentarlos. Lo fundamental es reconocer la fecha conmemorativa como una realidad.
Los cambios que el mundo moderno ha dado, ponen a la madre en otra dimensión, no únicamente pendiente de las labores domésticas, sino aún mas allá, de aquellas que son también generadoras de progreso, porque también la madre se constituye en la primera maestra.
María, como madre y en la advocación de la Inmaculada Concepción, es un reconocimiento que desde la celebridad religiosa se hace a toda mujer que también ha escogido la vocación de ser madre. Ella enseñó desde su privilegiada posición la lucha humana y la condición de madre hasta en el camino al calvario.
Y es asi que desde aquellos himnos que en su momento se usaron para promover la libertad en América, como Madre de los Pobres y los oprimidos, tuvo su sentido en esa lucha y sirvió de inspiración para buscar dentro de sus objetivos tener un Istmo americano inclusivo para todos.
Que esta conmemoración no sea una más, sino que la misma contribuya al fortalecimiento de la condición humana de la mujer – madre, que desde su estatus lucha por mejores dias para su prole, y que, al momento de rendir cuenta ante el altísimo, tenga respuesta para aquella pregunta que el supremo dador de la vida le haría. ¿Y que hiciste con la prole que te di?
Detrás de cada hombre, siempre hay una mujer… A todas las madres de la república, que al darse esta conmemoración, sirva para engrandecer su condición y desde alli contribuir a que cada uno de sus descendientes sean mejores ciudadanos, pidiéndoles a la Madre de todas la madres les brinde su bendición y protección.