Los manglares aportan al hombre recursos indispensables para disfrutar de una mejor calidad de vida.
En conmemoración del Día Mundial de los Humedales, la sección de Costas y Mares del Ministerio de Ambiente de la Regional de Panamá Oeste, desarrolló una jornada simbólica de repoblación con mil propágulos de mangle rojo de las especies de Rhizophora mangle, en el Estero Claridad, Zona de Protección Absoluta de los Manglares Bahía de Chame.
La repoblación se realizó dentro de las dos hectáreas que anteriormente fueron reforestadas con especie de mangle rojo, con el apoyo de los colaboradores de la Empresa Naturgy, en agosto del año pasado, con el propósito de enriquecer esta zona.
Cándida Jackson, jefa de la sección de Costas y Mares del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) regional Panamá Oeste, resaltó que esta actividad tiene como objetivo contribuir en la restauración de los manglares degradados y salvaguardar la diversidad biológica para las reservas de carbono, aportando así a la mitigación y adaptación del cambio climático.
Además, los manglares aportan al hombre recursos indispensables para disfrutar de una mejor calidad de vida, y son ecosistemas donde habitan un gran número de especies animales y flora. También actúan como amortiguadores naturales, efectivos contra fuertes vientos procedentes de tormentas y huracanes.
Por su parte, Teófilo Soto, guardaparque de Área Protegida de Uso Múltiple Manglar Bahía de Chame de MiAmbiente, resaltó la labor que llevan a cabo diariamente, mediante patrullaje de control y fiscalización para custodiar esta área protegida.
De la jornada participaron colaborados de las diferentes secciones de la Regional de Panamá Oeste.
Cabe resaltar que el 2 de febrero de cada año se celebra el Día Mundial de los Humedales, esta celebración fue decretado en 1997 y la fecha fue elegida en conmemoración a la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional, celebrado el 2 de febrero de 1971 en Ramsar, Irán.
El lema escogido para este año 2023 “Es hora de restaurar los humedales”, es un llamamiento directo a la urgencia de las acciones de restauración, puesto que los humedales están desapareciendo a un ritmo tres veces más rápido que los bosques, y más del 35 % de los humedales del mundo se han degradado o perdido desde 1970 y en Panamá estas amenazas son una realidad.