Tras la matanza en la capital catalana, que ha causado al menos 13 muertos y un centenar de heridos, un segundo ataque deja varios heridos y cinco terroristas muertos en la costa de Tarragona
“No tengo miedo, no tengo miedo”: miles de personas se rebelaron este viernes en la principal plaza de Barcelona contra el atropello masivo perpetrado el día antes en Las Ramblas de esta ciudad española, que causó 13 muertos.
A mediodía (10H00 GMT), miles de barceloneses participaron en el minuto de silencio presidido por el rey Felipe VI, el presidente del gobierno español Mariano Rajoy, el presidente regional catalán Carles Puigdemont y la alcaldesa de la ciudad Ada Colau en la plaza Cataluña, a escasos metros del lugar de la masacre del día anterior.
El silencio sepulcral fue roto por un largo aplauso, acompañado por los gritos en catalán “No tinc por, no tinc por” (no tengo miedo, en español).
Muchos de los asistentes levantaron los brazos con las manos abiertas, un símbolo pacifista muy habitual años atrás cuando el país se veía sacudido por los atentados del grupo separatista vasco ETA.
Sin embargo, España no había sido golpeada hasta ahora por la última ola atentados por Europa de la organización Estado Islámico (EI), que reivindicó el ataque perpetrado en la popular avenida barcelonesa que dejó 13 muertos y más de 100 heridos.
Pasada la medianoche del viernes, otro intento de atentado fue frustrado por la policía que abatió a cinco “presuntos terroristas” en la localidad turística de Cambrils, 120 kilómetros al sur de Barcelona.
Aun así, los atacantes hirieron a un agente y seis civiles, una de las cuales fallecía este viernes en el hospital por las lesiones sufridas.
La policía se centra ahora en encontrar al conductor de la furgoneta que consiguió huir y todavía no ha sido localizado.