La portavoz ministerial no quiso contestar a una parte de la pregunta sobre Marruecos referida a qué hay sobre la visita que Macron tenía que hacer a ese país durante el primer trimestre, y de la que no hay ninguna noticia.
El Ministerio francés de Exteriores subrayó este jueves que la relación de París con Marruecos es “excepcional” y que persiste en su voluntad de avanzar por ese camino, en respuesta a informaciones anónimas filtradas a la prensa sobre un presunto descontento de Rabat.
Preguntada por esas informaciones en conferencia de prensa, la portavoz del Ministerio respondió que “no tenemos costumbre de comentar ese tipo de declaraciones”, tras subrayar su carácter anónimo.
Sobre todo, recordó que tanto el presidente francés, Emmanuel Macron, como la jefa de la diplomacia, Catherine Colonna, han insistido en su voluntad de progresar en la que calificó como “asociación bilateral excepcional” de los dos países.
“Sigue siendo nuestra voluntad avanzar en esta perspectiva”, añadió la portavoz.
La propia ministra francesa tuvo que salir el pasado martes al paso de las informaciones sobre el deterioro de las relaciones con Marruecos en su comparecencia ante una comisión de la Asamblea Nacional francesa y entonces también dijo que por su carácter anónimo no merecen “comentarios particulares”.
Añadió que tiene intención de “practicar el apaciguamiento” y que su viaje a Marruecos de diciembre había permitido restablecer “relaciones consulares normales”.
La portavoz ministerial no quiso contestar a una parte de la pregunta sobre Marruecos referida a qué hay sobre la visita que Macron tenía que hacer a ese país durante el primer trimestre, y de la que no hay ninguna noticia.
Según la revista Jeune Afrique, que citaba una fuente oficial del Gobierno marroquí, “las relaciones no son ni amistosas ni buenas” entre París y Rabat.
En otras filtraciones a la prensa marroquí cubiertas de nuevo por el anonimato, el Gobierno marroquí -que no tiene embajador en París desde que en enero se cesó al que había- culpa a Francia de “estar detrás” de la aprobación en enero pasado de la resolución en el Parlamento Europeo, que urgía al país a respetar la libertad de expresión y liberar a periodistas críticos encarcelados.
En esa resolución se solicitaba restringir el acceso a la Eurocámara a representantes marroquíes mientras se investiga el escándalo por la supuesta infiltración del Parlamento Europeo mediante la corrupción de algunos eurodiputados, en el que además de Catar también podría estar implicado Marruecos.