La televisión estatal mostró en breves ocasiones a las aficionadas con banderas y gorros con los colores nacionales en una zona exclusiva para mujeres, como es habitual en el país islámico, que aplica la segregación de sexos en algunos eventos públicos.
Las autoridades iraníes permitieron ayer jueves la asistencia de mujeres a un partido de fútbol internacional amistoso, siete meses después de la última vez que se vio a féminas en las gradas de un estadio en el país persa.
Cientos de mujeres apoyaron al “Team Melli”, como se conoce al combinado iraní, ante Rusia en el estadio Azadi de Teherán, en un partido que finalizó con empate a un gol.
La televisión estatal mostró en breves ocasiones a las aficionadas con banderas y gorros con los colores nacionales en una zona exclusiva para mujeres, como es habitual en el país islámico, que aplica la segregación de sexos en algunos eventos públicos.
Durante 40 años, la República Islámica de Irán no permitió la asistencia de mujeres a los estadios, un tabú que se rompió en 2019 en un Irán-Camboya al que acudieron 3.500 mujeres, ante las presiones de la FIFA.
Pero la irrupción de la pandemia del coronavirus puso fin a la asistencia a partidos y por ello no volvió a repetirse la presencia de mujeres en los estadios hasta 2022.
En enero de 2022, por segunda vez en cuatro décadas, se permitió la asistencia en Teherán de unas 2.000 aficionadas al encuentro de Irán contra Irak, en el que los iraníes sellaron su clasificación para el Mundial de Qatar.
Pero en marzo de ese mismo año se impidió la entrada de mujeres al encuentro Irán-Líbano clasificatorio para el Mundial de Qatar después de que se les vendiesen entradas, lo que provocó fuertes críticas.
La presencia de féminas en las gradas del estadio Azadi se produce después de meses de protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por no llevar bien puesto el velo, una revuelta con un marcado tono feminista.
La República Islámica recurrió a la fuerza y una represión para parar las protestas que ha causado cerca de 500 muertos, la detención de decenas de miles de personas (de las que 22.000 han sido indultadas) y en las que han sido ahorcados cuatro manifestantes, uno de ellos en público.