Para hacer frente a estos retos, el vicepresidente Carrizo pidió “apoyo al multilateralismo, solidaridad, cooperación internacional y el diálogo”, algo que podría resolver por ejemplo “la situación en Europa” con la guerra en Ucrania, si se hace uso de “formas diplomáticas constructivas”.
El vicepresidente de Panamá, José Gabriel Carrizo, llamó este sábado a rechazar el “individualismo” y fomentar el diálogo y la cooperación internacional frente a retos globales como la crisis climática o la migración irregular, afirmó en su intervención en la Cumbre Iberoamericana en Santo Domingo.
“El carácter global de los desafíos que enfrentamos hoy impide el individualismo: la crisis climática mundial, los riesgos de las nuevas pandemias, la seguridad alimentaria, la migración irregular (…) no pueden solucionarse con esfuerzos aislados”, subrayó Carrizo, como representante del Gobierno panameño en la cumbre.
Para hacer frente a estos retos, el vicepresidente pidió “apoyo al multilateralismo, solidaridad, cooperación internacional y el diálogo”, algo que podría resolver por ejemplo “la situación en Europa” con la guerra en Ucrania, si se hace uso de “formas diplomáticas constructivas”.
Durante su discurso en la XXVIII Cumbre Iberoamericana, Carrizo puso como ejemplo a Panamá ante problemáticas como la crisis climática global, con la importancia de la biodiversidad.
“Panamá es uno de los tres países del mundo que tiene huella de carbono negativo (…) hoy más de una tercera parte de todo nuestro territorio, plataforma continental y espacio marítimo, está declarado áreas protegidas”, subrayó el vicepresidente, destacando que más del 80% de la energía eléctrica del país se produce a través de fuentes renovables, y otras naciones deben “asumir el reto”.
El alto cargo panameño subrayó la situación en el parque nacional del Darién, en el sur del país en la frontera con Colombia, un área protegida que, sin embargo, está sufriendo el efecto de una crisis migratoria que debe ser atendida globalmente.
“Miles de personas arriesgan sus vidas a diario, atravesando este santuario de biodiversidad, en un flujo migratorio que amenaza con desbordarnos”, remarcó Carrizo.
Así, añadió “la comunidad internacional está llamada a generar voluntades que al mismo tiempo que salvaguarden la existencia humana, conserven este patrimonio natural para las generaciones futuras”.
Las autoridades panameñas estiman que este año podrían cruzar su territorio 400.000 migrantes, un nuevo récord después de que en 2022 lo hicieran más de 248.000, que, a su vez, supuso casi el doble de los identificados en 2021.