Los pacientes que presentan enfermedad renal crónica debido a una complicación de diabetes tipo 2, pierden hasta 16 años de su vida debido a una muerte prematura o el desarrollo de una discapacidad.
Según datos de la organización internacional, World Kidney Day, una de cada diez personas padece de la enfermedad renal crónica, lo cual equivale al 10% de la población mundial; y de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es la segunda causa de muerte en la región centroamericana y del Caribe.
La Federación Centroamericana y del Caribe de Laboratorios Farmacéuticos (Fedefarma), realiza un llamado a los gobiernos y a la población para que adopten medidas preventivas que les permitan salvaguardar la salud de los riñones.
Los riñones cumplen una función fundamental al eliminar de la sangre una serie de elementos que el cuerpo no necesita, y regulan sustancias químicas de gran importancia como el calcio, potasio y sodio. Cuando estos órganos empiezan a fallar, la calidad de vida los pacientes se encuentran amenazada.
Para el doctor Mauricio Chávez, asesor cardiorrenal para Centroamérica, Caribe, Ecuador y Perú, de Bayer, el principal riesgo al que se enfrenta la enfermedad renal es que no se está detectando a tiempo.
“Se trata de una enfermedad muy silenciosa, que avanza progresivamente. No es hasta presentar síntomas muy notorios tales como la presión arterial alta, la hinchazón de manos y pies, la coloración y picazón de la piel, y una constante fatiga, que el paciente se alarma y acude al médico”, indicó el doctor Chávez.
La enfermedad renal crónica suele estar relacionada con otros padecimientos como la hipertensión arterial y la diabetes tipo 2. Ambas enfermedades presentan índices en crecimiento en los últimos años, con más de 250 millones de personas padeciendo de presión alta, y 62 millones de personas con diabetes en el continente americano, según datos de la OPS.
Se estima que un 40% de los pacientes con diabetes tipo 2 llegan a presentar complicaciones renales que podrían restar hasta 16 años de su vida; esto debido a una muerte prematura o a presentar una discapacidad a causa de la enfermedad.
Existe una serie de acciones preventivas que las personas pueden desarrollar en su día a día. El doctor Chávez recomienda adoptar un estilo de vida saludable en donde la constante actividad física y la alimentación permitan mantener niveles adecuados de presión arterial y azúcar en la sangre.
Además, la constante hidratación, evitar fumar y chequear regularmente su presión arterial y los niveles de glucosa en la sangre a través de exámenes regulares, son otras de las recomendaciones que brindan las organizaciones internacionales.
El acceso a la información y la atención primaria es la primera barrera para asegurar la salud de los riñones
Fedefarma realizó un llamado para procurar una visión de los sistemas de salud más orientada hacia la prevención.
Para Victoria Brenes, directora ejecutiva de Fedefarma, los pacientes deben tener la oportunidad de acceder a los sistemas de salud antes de presentar mayores complicaciones.
“No debemos permitir que los pacientes de enfermedad renal crónica accedan a los servicios de salud hasta que se encuentren en etapa de diálisis y en necesidad de un trasplante. Se debe fortalecer la atención primaria y la estrategia de prevención, para que los pacientes accedan a la información, a servicios de salud y a un seguimiento médico cuando aún están a tiempo de revertir el daño”, subrayó Brenes.
Además, Brenes considera que las autoridades de salud, de la mano del sector privado, deben desarrollar campañas de educación que permitan a la población en general entender la importancia de los riñones, y las causas, los síntomas y las consecuencias de la enfermedad renal.