A la papaya se le atribuyen propiedades como: reducir el riesgo de contraer enfermedades; aumentar las defensas; disminuir la inflamación y retención de líquidos; favorecer la digestión y ayudar a una mejor salud intestinal y otros.
La papaya es una fruta muy conocida y sus múltiples beneficios para la salud, aunados a tan delicioso sabor, han popularizado cada vez más su uso en la medicina natural.
Se le atribuyen propiedades como: reducir el riesgo de contraer enfermedades; aumentar las defensas; disminuir la inflamación y retención de líquidos; favorecer la digestión y ayudar a una mejor salud intestinal y otros.
De acuerdo al Diccionario de Jugos Salud Natural, “es diurética, laxante, digestiva, para el estreñimiento, refrescante y emoliente”.
Una fuente de Mercados Nacionales de la Cadena de Frío, aseguró que, “especialistas en salud recomiendan comer papaya en ayunas para eliminar los dolores o ardores estomacales causados por la gastritis o úlceras formadas por la misma. Otra opción es consumirla para disminuir el estreñimiento de forma natural y como remedio casero”.
El Diccionario de Jugos Salud Natural señaló que también sirve para “los diabéticos y la dispepsia (la papaína que contiene actúa sobre las proteínas)”. Esta es una enzima proteolítica que se encuentra en la fruta y sus hojas.
Por otro lado, Mercados Nacionales de la Cadena de Frío, hizo referencia a un estudio que realizó el Centro de Excelencia para la Investigación Biomédica y de Biomateriales de la Universidad de Mauricio, que dice: “La papaya fermentada es un elemento preventivo para la diabetes”.
El Diccionario de Jugos Salud Natural mencionó los siguientes usos: “Sirve para los bronquios y la tuberculosis, regula el colesterol y mejora la circulación sanguínea (al tomar el jugo con la cáscara y unas semillas)”.
Agregó, el diccionario naturista, “ayuda a prevenir enfermedades cardíacas. La química farmacéutica extrae un principio activo para producir un medicamento antinflamatorio y la cosmetología la utiliza como base en mascarillas que dilatan los poros”.
Mercados Nacionales de la Cadena de Frío, manifestó que, debido a sus antioxidantes disminuye la posibilidad de tener cáncer. Explicó que, “la ciencia ha demostrado que contiene licopeno que reduce el riesgo de contraer la enfermedad”. El licopeno es un carotenoide con fuerte efecto antioxidante que ayuda a proteger las células de daños.
Nuestra aliada, la papaya, tiene muchas bondades más, como: favorecer el sistema inmunológico, piel, cabello, tejidos del cuerpo y aportes de vitaminas.
De acuerdo al sitio de Internet Infoagro, “ocupa el primer lugar entre las frutas en vitamina C, vitamina A, riboflamina, ácido fólico, calcio, tiamina, hierro, niacina, potasio y fibra”.
Las cualidades de la papaya la hacen muy interesante. Incluir en nuestra dieta una porción puede ser de gran beneficio.
Las semillas negras, brillantes y que pican al morderlas, también se aprovechan, pero muchos piensan que son para descartar. Estas son comestibles e impresionan sus atributos.
El sitio de Internet Mejor con Salud afirmó: “Contribuyen a combatir los hongos; se utilizan contra las intoxicaciones alimentarias; sirven para la digestión; son antiparasitario natural; cuidan la salud renal; tienen actividad antiinflamatoria; contribuyen a la depuración del hígado, metabolismo de grasas y absorción de azúcares y se emplean contra el acné”.
El sitio de Internet Mejor con Salud, citó los beneficios de sus hojas: “Combaten la indigestión; disminuyen la inflamación por dengue; ayudan a lidiar con la intolerancia al gluten; sirven como adyuvante contra la anemia; eliminan la adicción a carbohidratos y azúcares; actúan contra los radicales libres; mejoran la salud del cabello; tienen efecto laxante; disminuyen los dolores menstruales; pueden combatir infecciones bacterianas; aumentan el apetito; tienen propiedades inmunomoduladoras y permiten aliviar el dolor y reducir la inflamación”.
Las flores de la papaya surgen del tallo y cerca de sus hojas. De acuerdo a su estructura, pueden ser masculinas, femeninas o hermafroditas, lo cual guarda relación con su polinización y es conveniente conocer al momento de su cultivo.
La cáscara es muy utilizada en la belleza. Sirve para “tratamientos faciales; aclarar manchas de la cara; cerrar los poros; hidratar la piel; combatir cicatrices, acné, granos y espinillas; ayudar a que la piel quede más suave, brillosa y saludable; exfoliante para células muertas; sanar infecciones de la piel; arrugas y signos de envejecimiento”, señaló el sitio Cuidado de la Salud.
Las papayas crecen en todas las épocas en los climas tropicales o subtropicales y se siembran en distintas regiones del mundo. De acuerdo a Mercados Nacionales de la Cadena de Frío, “es una fruta que se cultiva en Panamá durante todo el año”.
Para sembrarla, primeramente, las semillas se dejan secar. Luego, se colocan en un semillero con buen drenaje y cuando están las plántulas, se trasplantan.
El sitio de Internet Huerto en Casa indicó que, “dependiendo la variedad de papaya que hayamos sembrado, el cultivo completo desde la siembra hasta la primera cosecha tardará entre 10 y 12 meses”.
La llamativa cáscara verde-amarilla y forma ovoide de las papayas las hacen inconfundibles. Ver su pulpa color naranja vibrante de textura carnosa y sabor tan dulce es una verdadera tentación. No se prive de consumirla porque tiene muchos beneficios.