Gracias a una colaboración entre la Fundación AES Panamá y la UTP, sede regional de Colón, las emprendedoras colonenses elevan sus proyectos al siguiente nivel, reafirmando el compromiso con la inclusión y el desarrollo económico femenino.
La formación, durante 8 semanas, por parte de la Fundación AES Panamá, en áreas cruciales como mercadeo, servicio al cliente, producción, manejo de redes sociales y finanzas, permitió a 30 talentosas emprendedoras graduarse a través del programa “Reto Colón Emprende”.
La iniciativa es un pilar central dentro del eje de Educación y Emprendimiento de la Fundación y subraya el compromiso con la promoción de la inclusión productiva de las mujeres en Panamá.
El programa, fruto del Convenio Marco de Cooperación entre la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), regional de Colón, y la Fundación AES Panamá, culminó con un evento de graduación, en el que directivos de ambas instituciones alentaron a las graduadas a continuar con el ímpetu emprendedor.
La jornada concluyó con un bazar, donde las emprendedoras exhibieron una variedad de productos y servicios que abarcan desde belleza hasta la típica gastronomía afroantillana.
El presidente de AES Panamá y de la Fundación, Miguel Bolinaga, expresó: “Hoy no solo celebramos la culminación de un programa de formación, sino el inicio de 30 historias de éxito y determinación. Las invito a que, así como ustedes y sus negocios se convierten en una fuente de ingresos, puedan ustedes llevarlos a un siguiente nivel que se convierta más allá en generación de empleo y ayuda a sus comunidades”.
Bolinaga añadió que, “sean ustedes una fuente de inspiración para personas, que como cada una de ustedes tienen pequeños negocios. No se queden ustedes con lo aprendido, impártanlo también a sus colegas y amigos para que también puedan mejorar su forma de emprender y logren los triunfos que estamos seguros ustedes lograrán”.
Las participantes en el programa expresaron alegría, orgullo y agradecimiento por este plan, ya que, para ellas, aunque fue un gran reto y representó muchas horas de sacrificio y estudio, “nos permitió descubrir nuestro potencial, nos impulsó a creer en nosotras mismas, y, por ende, a tener mayor autoconfianza”.