La broca del café, es un insecto coleóptero (un tipo de escarabajo) muy pequeño, cuyo tamaño es similar a la cabeza de un alfiler
El lanzamiento del primer módulo artesanal para la cría y reproducción del parasitoide Cephalonomia stephanoderis, el cual es parte del manejo integrado de la broca del café, se realizó en la finca Lempira ubicada en la comunidad de San Miguel Centro, área norte de Penonomé en Coclé, propiedad de la productora Keylín Izaguirre.
Esta actividad fue organizada por la Dirección Nacional de Sanidad Vegetal del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), donde se destacó que este es el primer módulo a nivel nacional y fue establecido en la finca Lempira como estrategia fitosanitaria de apoyo a los productores cafetaleros de la comunidad.
Según explicó el MIDA, es de gran importancia agrupar a productores de la comunidad de San Miguel Centro y áreas aledañas que con gran entusiasmo han respaldado esta actividad, cumpliendo con el objetivo de la Dirección Nacional de Sanidad Vegetal de establecer técnicas fitosanitarias (control biológico) para minimizar el uso de productos químicos.
Dentro de los beneficios de establecer estos módulos artesanales en fincas productoras de café, esta disponer con este parasitoide en el momento preciso y de acuerdo a la necesidad del control de la plaga, adicional a esto se puede contar con otros productores para seguir implementando los módulos artesanales a nivel de la provincia y en todo el territorio nacional.
La actividad fue organizada por la Coordinación Regional de Sanidad Vegetal de Coclé en conjunto con el Programa Nacional Fitosanitario de Café y el Laboratorio de Cría y Reproducción de Cephalonomia stephanoderis ubicado en Río Sereno Chiriquí bajo la responsabilidad de la Lcda. Dalys Villarreal, técnica encargada de brindar la capacitación a los participantes de esta actividad.
La broca del café, es un insecto coleóptero (un tipo de escarabajo) muy pequeño, cuyo tamaño es similar a la cabeza de un alfiler, el cual se reproduce dentro del grano, afectando su calidad física y el peso. Si no se controla, esta plaga puede destruir entre un 30% y 80% de la cosecha, lo que afecta directamente el rendimiento de la producción y merma los ingresos económicos de los caficultores.